Carta 7

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Querido Papá:

Hoy estuve caminando por el puerto, viendo viajeros de todo el mundo, conociendo como es la vida en realidad. El mercado aquí es enorme, lleno de posadas, negocios y mercaderes. Llegan barcos todo el tiempo, hay mucho trabajo, casi no veo mendigos ni tampoco niños en la calle. ¡Parece el cielo!

Ayer estuve trabajando hasta tarde en el taller. Sali a conversar con los dueños de otros negocios y contarles que estaba abriendo un negocio acá. Podes encontrar de todo en el mercado central. Especias, tapetes, piedras preciosas y telas exóticas.

Acá el dinero lo vale todo. ¡Qué suerte la mía que tengo mucho ahorrado! Si bien con mi taller tuve que invertir una gran suma de dinero, todavía tengo de sobra. Mi amigo me esta aconsejando en como invertirlo, pero también en poder divertirnos.

Como dije anteriormente, estuve trabajando hasta tarde y estoy cansando. Te escribo para decirte que estoy bien. Nada "terrible" me ha ocurrido. Algún día volveré. Algún día te mostraré que la vida lejos de casa no es tan oscura y terrible como vos pensabas.

Tu Hijo,

El Prodigo.

Cartas de un pródigo                               Where stories live. Discover now