Mi Amigo:
Quiero agradecerte por tu compañía durante este tiempo. Estuviste conmigo desde que llegué a este lugar, solo y sin ayuda. Estuviste conmigo desde el comienzo y me apoyaste siempre. Pero te escribo para decirte que decido alejarme de vos. No podemos ser más amigos. No puedo seguir escuchando las mentiras que constantemente me decís.
Al principio, todo parece bueno. Todo lo que decís parece cierto, hasta casi real. Es fácil de confundir tus palabras con la verdad. Por eso me lo creí. Por eso estuve viviendo de acuerdo con tus mentiras. Tu fin era mi destrucción. Tu fin era mi muerte. Tu fin era alejarme de mi Padre para siempre. Eso querías. Pero no me lo dijiste. Me engañaste. Me usaste y luego cuando todo salió como lo esperabas te fuiste.
Pero ya no más amigo. Ya no más. Ya no te creo una palabra más de las que me digas. Me hablaste mal de mi Padre. Me pusiste en su contra. No sanaste el dolor en mi corazón, mucho menos llenaste el vacío que sentí, lo hiciste más grande. Quiero que sepas que ya no voy a escucharte.
Te escribo para decirte que no voy a creerte. Lo único que decís son mentiras. Yo ahora, creo en la Verdad. Amigo, nos vemos.
Me voy a casa. Al fin me voy a casa.
El Hijo Pródigo.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de un pródigo
Historia CortaEl hijo pródigo decidió irse de casa. Los problemas, la duda y el dolor hicieron de que tomara esta triste decisión. Pero su Padre, jamás lo dejaría. Las cartas fueron su medio de comunicación. Esta historia puede ser la tuya. Tal vez, estás pensand...
