Plumas blancas [ flamantha ]

26. Seguridad

- Flavio como adelantes la serie sin mi...

Era domingo por la tarde, el día siguiente al cual Samantha se había enfrentado a su tía y le había dado aquel plazo para dejar su casa y decir la verdad a quienes se la merecían.

Flavio tenía el día libre en la clínica y se habían pasado el domingo en casa mirando una serie que habían comenzado la noche anterior y que no pudieron dejar de ver hasta que cayeron rendidos del cansancio.

Samantha se había decidido ir a visitar a Ari, su amiga de la clínica, los días domingo su familia no iba a verla y tendría un largo rato para hablar con ella. Le había prometido ir a verle y le echaba de menos, Flavio la veía todos los días y estaba enterada de que Ari tenía sus días buenos y sus días malos, la última semana no había ido muy bien y quizás verla la pondría un poco mejor.

- Que no la voy a adelantar sin ti, Samantha - Flavio se echó en la cama mientras la veía escoger un conjunto de ropa de la parte del armario que ya era de ella - ¿seguro que no quieres que te alcance con el coche?

Samantha negó mientras se decidía por unos pantalones vaqueros rotos de tiro alto y una camiseta blanca.

Se giró hacia él con las prendas en la mano y se subió a la cama un momento para darle un corto beso en los labios.

- Por un día que te puedes quedar en casa quédate, ya iré andando que me vendrá bien.

- Vale - aceptó él recostando la cabeza en la almohada, sin dejar de mirarla - vas a estrenar tu llave.

- Voy a estrenar mi llave - respondió Samantha contenta.

El día anterior, luego de que Samantha regresara, habían ido a hacer una copia de la llave del apartamento de Flavio para que ella utilizara. No tenía sentido tener una sola porque Flavio se pasaba muchas horas trabajando y Samantha tenía que tener la libertad y la comodidad de entrar y salir cuando quisiera, igual que era un problema para ella tener que levantarse de la cama todos los días a las tres de la madrugada para abrirle la puerta cuando regresaba de la clínica, aunque a ella no le importaba.

Cuando él se lo propuso se lo pensó dos veces, no quería ser invasiva, ya era mucho vivir allí con él y que le hubiera cedido hasta parte del armario y que ahora las compras se hicieran en base al gusto de los dos, pero terminó por aceptar porque él tenía razón, otra copia era necesaria.

Si se lo ponía a pensar era un poco extraño, eran como una pareja estable pero sin el título de pareja, porque Flavio le dijo que la esperaría hasta que ella estuviera lista para dar ese paso, y ya estaban conviviendo. 

No estaban haciendo las cosas como se supone que una pareja normal las haría, pero al fin y al cabo no eran una pareja normal. Se habían conocido en las circunstancias mas extrañas y habían pasado por mucho en muy poco tiempo, aunque Samantha estaba segura de que eso era lo que hacía que su relación con Flavio fuera tan fuerte y tan especial.

Estaba segura de que aunque no estaban haciendo las cosas de la forma más habitual, las estaban haciendo bien.

- ¿Mañana me acompañas a comprar un móvil? - le preguntó ella en cuanto terminó de ponerse los vaqueros y la camiseta - quien sabe si Susana aún guarda el mío y si tengo suerte igual puedo recuperar los contactos con la sincronización ésta.

- Mañana vamos - respondió Flavio bostezando, aunque apenas eran las siete de la tarde.

Samantha había recuperado su documentación aquella vez antes del viaje cuando se había metido en su casa sin que nadie lo supiera, y por lo tanto tenía libre acceso a todas sus cuentas bancarias, por lo que le había ganado la batalla a Flavio y ahora se estaba ocupando de la mitad de los gastos de la compra, aunque al principio éste se hubiese negado, y utilizaba aquel dinero en todo lo que fuera necesitando mientras estuviese viviendo allí.