Capítulo 23

16.9K 782 334
                                    

Tiene esa estúpida sonrisa en la boca que siempre me ha vuelto loca, y que me está volviendo loca ahora mismo. No pienso. Sólo siento. Siento, revivo todos y cada uno de los sentimientos que he vivido con la chica que está parada en frente de mi puerta. Sé muy bien lo que quiere hacer mi corazón ahora mismo, y mi mente ha abandonado esta batalla desde el momento en el que he abierto la puerta.

Así que no pienso. Sólo… siento.

-Karla. - Susurro, aturdida, un bombardeo de sensaciones recorriendo mi mente - ¿Qué… haces aquí?

-Sólo quería comprobar que seguías viva después de meterte una botella de vodka tú sola, y como tus padres no están…. - se puede apreciar vacilación en su mirada, ahora dirigida al suelo - supongo que ha sido una estupidez…

-No - le interrumpo - para nada, no… quiero decir, gracias. Por… preocuparte. - Digo, totalmente sin coherencia alguna, y sus ojos color caramelo vuelven a posarse sobre los míos, viendo todo lo que hay dentro de mí, como siempre lo han hecho. Vuelve a extenderse una sonrisa en su boca, y nos quedamos mirando fijamente a los ojos por lo que parecen ser años.

-Bueno, ya veo que… - me mira de arriba abajo posando la mirada en la parte de mi vientre descubierto durante unos segundos, antes de volver a dirigirla a mis ojos. - veo que estás bien, así que… debería irme.

-No.

-¿Qué? - me mira, confusa pero a la vez expectante.

Y supongo que no pienso. Sólo… siento.

-No te vas. - Agarro las solapas de su chaqueta de cuero y la atraigo hacia mí, juntando bruscamente nuestros labios. Retrocedo, haciendo que entre en casa, cerrando la puerta detrás de ella. La apoyo contra la puerta, y nuestros labios empiezan a moverse al unísono, conociendo cada movimiento de la otra, fundiéndonos en un beso lento.

Su mano se posa en mi mejilla, y empieza a acariciarme con el pulgar mientras nuestros labios siguen moviéndose en perfecta sincronización. Yo suspiro con el contacto, mi corazón latiendo fuertemente en mi pecho y mis manos buscando el camino hacia la parte de atrás de su cuello, para profundizar el beso. Mi lengua entra fácilmente en su boca, provocando un gemido por su parte, y nuestras lenguas empiezan a rozarse.

No pienso, sólo… siento.

Viejas sensaciones que pensé que habían desaparecido, emergen otra vez y me están volviendo loca. Karla me muerde el labio inferior con agresividad, provocando una gran sonrisa en mi cara. Mis manos pasan por su espalda, depositándose finalmente en su culo, y la atraigo hacia mí, las dos gemimos ante el contacto.

-Te he echado de menos, Jenn. - No contesto, simplemente me dirijo hacia su cuello para dejar un rastro de besos húmedos y mordiscos, quizá con demasiada brusquedad, pero no me importa. Y a ella tampoco.

Simplemente, se siente tan bien…

Lentamente deslizo la chaqueta por sus brazos, tirándola en algún sitio del suelo, sin perder ni un segundo antes de volver a poner ahora ambas manos en cada lado de su cintura, acariciando cada centímetro al que llegan mis manos. Noto su respiración pesada contra mis labios, y nuestros labios vuelven a juntarse.

Exhalo ruidosamente por la nariz, mi respiración más agitada, sintiendo su lengua rozar la mía sensualmente y sus manos deslizándose por debajo de mi camiseta, acariciando ligeramente mis abdominales y provocando un quemazón en cada centímetro de piel que tocan sus dedos. Desconectando nuestros labios, dejo un rastro de besos por su mandíbula hasta llegar al lóbulo de su oreja, que muerdo suavemente recibiendo un gemido en respuesta. 

Sigo con mi recorrido de besos por su cuello, mordiendo y chupando en los sitios correctos mientras mis manos bajan por la base de su espalda hasta depositarse en su culo. Le doy un ligero apretón, acercando aún más nuestros cuerpos, sintiendo la respiración entrecortada de Karla en mi oído mientras sigo explorando su cuello hasta llegar a su clavícula. Siento sus manos coger el dobladillo de mi camiseta y levantarla, así que levanto los brazos para facilitarle el trabajo y mi camiseta cae al suelo segundos después.

No sé cómo, pero en un movimiento me encuentro yo contra la puerta y ahora ella está atacando mi cuello con sus labios mientras juega con el botón de mis vaqueros. Echando la cabeza hacia atrás para darle más acceso a mi cuello dejo escapar un gemido, y en seguida noto su sonrisa contra la piel de mi cuello. Mis manos aún siguen en su culo, y entonces me viene a la mente la última cosa que debería de venirme a la mente.

El culo de Emma.

Dios, no. Esto no está bien.

Pongo mis manos sobre las suyas, que estaban desabrochándome los vaqueros, y detengo la acción. Ella deja de besar mi cuello, y levanta la mirada para encontrarse con mis ojos. Ambas tenemos la respiración entrecortada.

-Esto… no está bien. - Digo, y pongo la mano en su mejilla para acariciarla suavemente.

-Lo sé, no debería de haber venido, yo… me he dejado llevar, no había planeado nada de esto. - agacha la cabeza, la culpabilidad visible en su lenguaje corporal - Lo siento, sé que estás con tu novia…

-No te disculpes, he sido yo la que ha empezado, sé que no venías con esas intenciones. 

-Tengo que irme… - Da un paso hacia atrás, evitando mi mirada. - Me alegro de que estés bien, Jenn.

-Sí. - Respondo, porque no me viene a la cabeza ninguna otra respuesta. Me aparto para que pueda abrir la puerta, y se va sin decir nada más. 

Yo simplemente me apoyo detrás de la puerta, procesando todo lo que acaba de ocurrir, cada segundo sintiéndome más culpable. Respiro hondo, y me llevo una mano al pelo.

Muy bien, Jennifer. Perfecto. 

De pronto noto vibrar mi móvil en el bolsillo trasero de mis vaqueros, una llamada. Que no sea ella, que no sea ella, por favor, ahora mismo no… Mierda.

Llamada entrante de: Emma.

-¿Emma? -Digo, con la voz agitada por lo que acaba de pasar, el corazón latiendo fuertemente como si fuera un niño al que acaban de pillar haciendo una travesura.

-Sólo quiero que me contestes a una pregunta. - Dice, y yo me quedo en silencio. - ¿Has hecho algo con ella? - Cierro los ojos, y aprieto la mandíbula.

-Emma, si me dejas que te explique… - intento empezar a hablar, pero ella me corta.

-Dime, sí o no. Es muy fácil, Jennifer.

Silencio. Siento las pulsaciones de mi corazón en los oídos, y sé que no va a acabar bien esta llamada.

-Sí.

The way I used to feel about her. (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora