Una decisión difícil

770 108 138
                                    

El sol alumbró tu cama desde la ventana de tu habitación. Te despertaste un tanto agitada por la hora; pero recordaste que era sábado y volviste a dormir hasta el medio día como buena perezosa.

No supiste nada de Geten desde el día que se despidieron. Supuestamente ingresaba a clases el día lunes como los demás mortales. Y tu abuela no se había aparecido por tu casa en todo lo que quedó de la semana.

Como fuera, parecía que estaban bien.

Tu padre llegó a tu habitación con su mochila en mano. Iba para el trabajo en la tarde. Si, los bomberos nunca descansan. Le diste un abrazo para saludarlo. Él era tu héroe. Y para seguir su ejemplo de ayudar a otros desinteresadamente, habías hecho un curso de enfermería que impartía la misma institución de bomberos. Ya a estas alturas estabas haciendo tus prácticas en un hospital para niños quemados producto de los incendios. Éstas las hacías por la tarde los fines de semana.

—Sé que te entusiasma mucho esto de curar personas. —decía tu padre, cada vez que hablaban— Pero recuerda que tu voluntariado no debe interferir con tus estudios.

Aún así, no le hacías caso. La medicina es más útil que la geometría, te decías. Todo el tiempo y esfuerzo invertido en aliviar el dolor profundo de los pacientes valían la pena. Solo recordar el dolor de un niño con quemaduras de tercer grado traumaría a cualquiera. Por eso ayudar a los profesionales a hacer algo por esos niños…es gratificante. Ya en el futuro, serías tú quien los ayude a sanar.

Bajaste a “desayunoalmorzar” con todavía cara de sueño.
En la cocina estaba tu abuela, para tu sorpresa.

—Hola abu.

—¡Hola! Tu madre nos invitó a almorzar con ustedes antes de que tu padre vaya al trabajo.

Y detrás de ti estaba Geten. No te percatarse de su presencia si no hasta que te habló.

Se veía más lindo que nunca. Traía el cabello un tanto más recogido de lo normal y una linda camiseta deportiva. Estabas un poco impresionada al verlo.

—Querida —te dijo tu abuela—me puedes prestar la olla mediana por favor…¿querida?...¡¿querida?!

—¿Eh? ¿Yo? Sí. Este…¿Qué querías?

—La olla. —repitió— ¿no piensas saludar a Olaf?

—Hola…hola…Olaf. —saludaste algo nerviosa.

—Hola, Quirkless. —su tono sonaba algo molesto.

—¿Está todo bien? —preguntaste en un tono mucho más bajo.

—No me dijiste que habías visto a Dabi. Menos que estaba en la ciudad. Pensé que el portal lo había enviado a otro lugar y resulta que está aquí y quiere asesinarme. Lo peor: sabe donde vivo y que hablo contigo.

—¿Y yo como iba a saber quien era?

—Se sincera.

—De acuerdo. Me lo encontré por accidente y casi me convirtió en pollo frito. De no ser por mi abuela que pensó que era un drogo con el que estaba saliendo…hubiese…terminado en el menú de algún KFC.  —susurraste a espaldas de tu abuela que estaba concentrada en la cocina.

—¿Por qué no me dijiste que lo habías visto? —te preguntó mirándote con sus ojos celestes. — ¡si te reconoce pudo haberte lastimado y yo no me doy por enterado!

—Pues…yo temí que fueras a querer enfrentarlo solo y te hiciera daño. Se ve dispuesto a todo.

—No querías contarme…¿porque te preocupaste por mi bienestar?... —preguntó sorprendido, quiso decir algo, pero fue  interrumpido por tu abuela que pasó frente a ustedes con la comida.

Ice cream ( Geten y tú) bnha Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang