Caminata por el centro comercial

553 90 106
                                    

La calle estaba más repleta que de costumbre, aunque el nivel de población no era comparable con prácticamente ninguna de las ciudades de Japón. Estas personas no eran de este país por obvias razones. Tomura ni siquiera sabía cómo era que lograba entender su lenguaje, podía oír sus respiraciones, sus desagradables conversaciones y ruidos irritantes de niños que salían de la escuela.

¿Qué clase de sociedad horrible era esta?

Un niño pasó a chocar con su pierna y al ver sus ojos se asustó.

—No lo mires a los ojos cielo. —le dijo su madre alejándolo.

Más de alguno lo miró con repugnancia, aunque eso era normal incluso en su mundo. Lo peor de todo: nadie parecía tener mutaciones ni se veía rastro de un héroe. Era una sensación extraña y aliviadora al mismo tiempo. Sin ningún estúpido y molesto héroe; pero eso era tan…aburrido.

Una chica salió de una farmacia ofreciendo muestras gratis de productos de belleza. Se acercó a él con un sobre de crema hidratante para el rostro. Eso lo dejó desconcertado a más no poder 《¿Qué me habrá querido decir?...》, se preguntó. Inmóvil le recibió el sobre para que lo dejara en paz y no tener que desintegrarla.

Subió nuevamente su capucha negra y acomodó su pelo blanquecino.
La situación lo estaba atormentando. Había dejado a toda la liga en su mundo, si es que seguían ahí, estaba desorientado y fatigado de ver una sociedad aún más podrida de lo que ya estaba acostumbrado.

Paso frente a una bodega y vio un rostro conocido. Más bien imposible de no reconocer.

Jamás pensó que se sentiría bien por pronunciar el nombre de ese tipo grosero.

—¡Dabi! Nunca creí que diría esto, pero me alegra verte….

El susodicho reconoció la voz de su “jefe”. Un escalofrío lo recorrió.
Nancy notó la reacción de su empleado y sonrió.

—¿Oh, el tipo aterrador que está allá afuera es tu amigo? —le preguntó ella.

Dabi giró la mirada hacia otra parte y disimuladamente cerró la persiana. Haciendo que Tomura chocara contra el vidrio al intentar detenerlo.

—Jamás había visto a este hombre en mi vida…

—¡Dabi, pedazo de basura, no me ignores! ¡No sé dónde estoy! —gritó desde afuera con los ojos llorosos— ¡por favor, no me hagas suplicar! Este lugar es horrible aún si no hay héroes….

◇◇◇

—¡Por fin el regalo perfecto para papá! —exclamaste— este reloj de seguro le gustará.

—Es un hermoso reloj. — te sonrió Geten con una sonrisa digna de un comercial de crema dental.

—Pues de seguro tienen hambre. Deberíamos comer algo. —dijo Verónica, tocando su estómago, sabiendo que en realidad quien moría de hambre era ella.

Acordaron que Verónica y Geten buscarían donde comer mientras tu pagabas el reloj. Así que se separaron.
La cajera te entregó tu cambio y el paquete con su sonrisa fingida, ocultando un insomnio y mal humor feroz.

Volteaste hacia el escaparate y pudiste ver a un tipo raro con una sudadera negra, que parecía estar ¿sollozando? en la fuente que estaba frente a la tienda. Rascaba su cuello con ansiedad. 《Pobre tipo》, pensaste;《Las alergias no perdonan a nadie》.

Caminaste hacia la entrada si apartar la mirada del extraño chico. Se veía arrugado aunque joven ¿eso era siquiera posible? No sé veía joven pero parecía serlo al mismo tiempo. Y si algo te habían enseñado tus últimos infortunados encuentros, era que características raras en la gente eran señal de peligro; por prejuicioso que eso sonase.

El chico miró hacia tu dirección haciendo que apartaras tu atención de él. Los ojos rojos eran otra mala señal. Definitivamente este no era de por aquí. Se veía desorientado como los otros dos.《Me autoapostaré una barra de chocolate a que esté tipo es de My hero academia también. Debe ser este el famoso Tomura.》  , concluiste.
Te acercaste a la fuente haciendo como que no veías al chico. Te acercaste por detrás, sin saber muy bien lo que hacías. De un soplo y sin advertencia alguna lo tomaste del brazo con una mano y con los cuatro dedos de esta y luego susurraste a su oído:

—Ni lo intentes, Shigaraki Tomura. Mi quirk también es Deterioro y si haces algo estúpido, te convertirás en polvito….supongo que ya sabes cómo funciona.

—¡¿Quién eres tú, mocosa?! —objetó mirándote de reojo.

—No podemos hablar aquí. Actúa natural, no como si te estuviera amenazando. —dijiste guiándolo hacia un rincón más apartado del centro comercial.

《Con que así se siente ser amenazado en un centro comercial…》, pensó Shigaraki.

—¿Hueles a manzana? No huele muy villanezco de tu parte.

—Es el olor del suavizante para ropa que uso….¿Y bien? ¿Qué quieres de mí? —protestó.

—Eh pues, —tragaste saliva— saber si sabes por qué estas aquí.

—No lo sé…—respondió claramente fastidiado. — Llevo horas aquí sin saber en donde estoy y nadie ha sido capaz de responder mis preguntas.

—Pues si te acercas con cara de querer asesinarlos, a nadie le interesará ayudarte. —le dijiste.— Yo quiero hacerlo, pero solo si prometes que no intentarás hacerme daño.

—¡La que me está amenazando con desintegrarme eres tú! —exclamó irritado.

—Me disculpo por eso. —dijiste, liberando su brazo. Luego te presentaste.

—Al menos sabes como presentarte. No como el idiota de Dabi.—rodó los ojos— Ya dime sin rodeos, ¿qué hago aquí y quien es el responsable?

—Estas en otra dimensión y estas aquí por culpa de un tipo llamado Jo.

—¿Otra dimensión? ¿Estas loca o algo así?

—¿Trabajas para un tipo sin cara que sigue viviendo a pesar de ello y que exista otra dimensión te parece raro?
No pudo evitar darte la razón.

—¡Sea quien sea ese tal Jo, no pasará esta noche con vida!

—Buena suerte encontrándolo…por ahora es tu tiquete de salida de este lugar. No hagas nada estúpido y podrás volver a tu bar de mala muerte.

—¡No me digas que hacer! —exclamó irritado, rascándose el cuello. Sacaste de tu bolso una pomada de eucalipto con un dibujo de koala en la tapa y se la entendiste.

—¡¿Qué se supone que haga con esto?!

—Aplicártela en el cuello, es obvio. También tengo alergias a la piel y ansiedad, eso alivia un poco el martirio. —sonreíste.

El miró el producto confundido. Pero terminó por recibírtelo.
《La amabilidad es tan irritante》,se dijo a si mismo.

—Otra cosa…—dijiste buscando una vendita para heridas adhesiva— Si estarás por aquí necesito evitar que toques algo por accidente. Guantes sin dos dedos sería una mejor opción, pero no traigo ninguno por ahora. Esto tendrá que servir.

Le tomaste la mano y aunque él se rehusó, finalmente te dejó pegarle la vendita a uno de sus dedos en cada mano.

—¡¿Feliz?! —exclamó con brusquedad. —Ahora suelta mis manitas.

◇◇◇

Geten fue a buscarte a la tienda en donde se supone que deberías haber estado pagando el reloj. No te encontró por ninguna parte alrededor. Su estatura no ayudaba a localizarte entre la multitud.

《Ah, donde se habrá metido》

Por fin vio uno de tus zapatos asomado en un rincón menos concurrido del centro comercial. Se acercó a ti con el sigilo permanente que lo caracterizaba. En el aire había un aroma a manzanas verdes, que suspuso era aromatizante ambiental.

Vio que frente a ti había alguien, un hombre joven al parecer . La persona estaba demasiado ocupada en ocultar su rostro bajo su capucha como para identificarlo. Pero lo que realmente lo alertó fue el hecho de que tu le estabas tomando las manos.

Geten no pudo evitar hacer una ligera muestra de disgusto al verte con él. Frunció el ceño y solpló algo de hielo.

《Vamos Geten, es tu amiga y tiene todo el derecho a hacer lo que quiera con su vida, tu debes alegrarte por ella. Soy una persona razonable…razonable…razonable…》, se comenzó a dar ánimos. Aunque en el fondo algo le dolía mucho.

Se acercó a ti y a tu “misterioso alguien”  para casi entrar en colapso nervioso. El tipo levantó la mirada y así Geten pudo reconocerlo de inmediato.

—¡Shigaraki Tomura! —exclamó con odio— ¡aléjate de ella!

Regresé de la muerte  :v

Perdón por no haber actualizado hace tanto. No se olviden de comentar  :D

Ice cream ( Geten y tú) bnha Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu