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Erick comenzó a colaborar con la unidad médica una semana después de ese espantoso suceso. Le provocó otra discusión con Joel, pero ni siquiera se pudo comparar con la pasada. 

Liam lo acogió con los brazos abiertos, presentándole a los que serían sus compañeros durante escasamente dos días a la semana— porque Erick no había conseguido regatear más contra Joel—, los que cabe decir que le brindaron una buena y cálida bienvenida. 

Louis fue a visitarlo un día a su habitación. 

El alma pura tenía la cara marcada con hematomas y algunos cortes en sus brazos. Erick creyó morirse, pero cuando Louis lo abrazó y lloró contra su hombro mientras le repetía lo feliz que estaba de verlo bien, no pudo hacer otra cosa que devolverle el gesto. 

Niall y Chris tampoco se habían separado de él ni un solo segundo, hasta el punto en el que Erick los consideró una extensión de él mismo. Sin embargo fue cálido, así que ni siquiera pensó en quejarse.

En ese momento se encontraba en la unidad médica, con los dedos en el puente de su nariz y un pañuelo en su mano libre. Liam le frotaba la espalda con sentimiento, mientras apretaba sus labios y negaba dulcemente. 

—Lo sé, no podemos hacer nada… 

—Como se entere de que está en estado le matará antes de dar a luz. Él… Q-Quiere tenerlo, Liam… 

Liam chasqueó su lengua con tristeza, acercando la cabeza de Erick hasta su pecho para consolarlo mejor. 

Erick acababa de atender a un alma pura que aparentemente presentaba un cuadro vírico durante poco más de una semana. El problema vino cuando algo en el informe no terminó de coincidir en su mente, y fue la prueba de embarazo positiva lo que remató las sospechas. 

El alma pura se había puesto a llorar. Él creyó que era de emoción, pero cuando le extendió un pañuelo y le contó de primera mano cómo eran los embarazos ahí, Erick no pudo temer más por él. 

Si el guardia que se desquitaba con él se enteraba, sin duda lo mataría antes de dar a luz, y con ello al futuro bebé. 

¿Había algo más complicado de ocultar que un embarazo? 

Había sido él el que había terminado utilizando el pañuelo, cuando el paciente no había encontrado otra solución que no fuera el aborto. 

—Es su decisión… Ambos sabemos que aquí dentro todo es diferente, Erick. 

—Lo sé— Aseguró sorbiendo su nariz. 

—¿Por qué no te vas a comer ya? No nos quedan muchos pacientes y no creo que te haya sentado muy bien la noticia… 

—No, yo… Puedo ayudarte con los últimos si quieres… 

Liam le regaló una sonrisa. 

—Eres un muy buen médico, y lo eres porque haces todo desde el corazón. Si quieres estar aquí no debes tomarte las cosas tan personales, porque acabarán afectando a tu vida normal. Tómate un descanso, lo mereces. 

Erick le devolvió la sonrisa tristemente, pero acabó aceptando cuando la rubia cabellera de Niall se asomó por la puerta de la enfermería, que ya lo esperaba para irse a comer. 

Caminó hasta ahí y cuando el rubio lo vio, un ligero puchero se extendió por su expresión mientras lo rodeaba con un brazo. 

—¿Qué es esa carita, mi dulce de leche? Cuéntale al tito Niall qué ha pasado… 

Erick sonrió levemente al escucharlo, consiguiendo que Niall también lo hiciera al verlo. Le contó todo lo que le había pasado y el alma natural le escuchó y aconsejó al instante. 

Landrem || Joerick  Where stories live. Discover now