MXTX One-shots (Cultivatober 2020)

1. Destino (Yue Qi y Shen jiu)

Ambas almas habían seguido su curso por la rueda de la reencarnación. Sorprendentemente el mundo no había cambiado demasiado cada vez que volvían a nacer. Pero había un factor que se repetía todas las veces: Esas dos almas nunca podían estar juntas.

En esta vida habían renacido como hijos de diferentes familias, ambas pobres. Comparado a como se ambientaron sus vidas anteriores no había mucha diferencia. Las personas seguían vistiendo con túnicas, los hombres llevaban el pelo largo y volaban sobre sus espadas.

Los padres de Shen Jiu murieron en una cacería nocturna, ambos era cultivadores errantes. Él fue acogido por la familia de Yue Qi y desde una temprana edad, hasta mediados de su adolescencia, vivieron juntos. Durante esos años su amistada se creó y avanzó con la misma rapidez con la que sus núcleos se formaron, podía decirse que a pesar de no tenerlo todo, su infancia había sido pintada en tonos claros.

Pero todo eso se desmoronó, los padres de Shen Jiu, a pesar de ser buenas personas y excelentes cultivadores, se habían ganado varios enemigos a lo largo de los años. Así que un día fueron emboscados a mitad de una cacería nocturna. Esa fue la única vez que Shen Jiu no había ido con ellos, la razón era simple, se había sentido muy mal ese día. Algo bastante extraño porque los cultivadores generalmente gozan de buena salud.

Shen Jiu no tuvo tiempo de preocuparse, antes de que amaneciera, fue secuestrado por los mismos atacantes. La razón por la que no lo mataron jamás la conocería, pero podía hacerse algunas ideas, todavía seguía bastante joven y era mucho más débil que ellos, así que lo convirtieron en una especie de esclavo.

Su situación era humillante, a ojos de todo el mundo era exhibido incluso con grilletes en sus manos y pies, que lo unían a unas cadenas con las que lo mantenían prisionero. A pesar de las cosas que tuvo que hacer y lo negra que se tiño su vida en ese momento, lo único que verdaderamente le dolía era saber que Yue Qi había muerto. Por mucho tiempo se negó a aceptarlo, a tal punto que creó una falsa realidad en su cabeza, en la cual creía fielmente que había sobrevivido e iría a buscarlo. Pero nunca sucedió.

Pasó una década completa y Shen Jiu no pudo liberarse de sus captores, la razón era simple, no había podido cultivar ni una sola vez durante todos esos años, haciendo que su núcleo se estancara, o eso es lo que le había hecho creer a todos. En realidad, siguió cultivando a través de la meditación, pero como no tenía mucha experiencia con este método de cultivo, se tardó mucho más de lo esperado. Esto no le importó, durante todo ese tiempo él desarrolló su núcleo esperando pacientemente a que Yue Qi apareciera. Pero diez años ya era demasiado y sus ilusiones terminaron desechadas.

La ira que sentía contra sus secuestradores, ahora también la sentía cada vez que pensaba en Yue Qi, llegando incluso a querer que de verdad hubiese muerto, quería deshacer todos esos años imaginando que vivía y creer las palabras de sus amos, quienes habían confirmado su muerte.

Cuando por fin llegó el día en que decidió escapar, convocó su espada, que había sido robada por sus amos, y se liberó de las cadenas.

Al darse cuenta, intentaron asesinarlo en ese mismo instante, pero la adrenalina y la liberación de energía espiritual, que había sido reprimida por tantos años, fue tal, que en un abrir y cerrar de ojos les había cortado la cabeza a los doce hombres que lo habían capturado. Pero no se detuvo ahí, aún no había saciado su sed de venganza.

Terminó mutilando los cuerpo a tal grado que no podían ser reconocidos como humanos, lo que quedaban solo podría ser descrito como varios montículos de masa sangrante.

Luego de ese acontecimiento, su energía espiritual disminuyó impidiendo que lograra liberarse de los grilletes, cosa que no le importó. Había escuchado sobre una secta que se ubicaba cerca del lugar y lo único que tenía en mente era llegar ahí.

Tardo pocos día en llegar al pie de una majestuosa montaña, cubierta con frondosos árboles y cuya punta sobrepasaba las nubes. Al posar uno de sus pies en la escalera, su corazón por fin sintió algo de emoción luego de numerosos años de puro sufrimiento. Lo que no esperaba al llegar al último escalón, era encontrarse cara a cara con la persona a la que más había anhelado durante todos estos años.

Yue Qi había cambiado, estaba mucho más alto y fuerte, tenía el cabello más largo y vestía la túnica característica de la secta, pero era imposible de no reconocer la cara de horror que había puesto a ver a Shen Jiu llegar por las mismas escaleras que él había subido hace años.

No era que Yue Qi no se alegrara de saber que su querido amigo seguía vivo, sino que el lugar al que había llegado, luego de escapar de la muerte durante la emboscada que le habían hecho sus padres, era un maldito infierno.

En realidad, él había sido herido mortalmente esa noche, pero gracias al mínimo de cultivo que tenía en ese momento, logró aguantar varios días más, hasta que fue encontrado por uno de los miembros de la secta a la que pertenecía ahora.

Fue salvado por ellos y a cambio tuvo que formar parte de la secta, lo cual era el equivalente a vender su alma. Él no lo sabía, pero sería prisionero de esas personas por el resto de su vida.

Resulta que esa secta estaba liderada por personas abusivas, sedientas de poder y, sobre todo, de control. La regla más importante del lugar era que ningún discípulo tenía permitido abandonar la montaña a menos que fuera con órdenes directas del líder. Quien no lo cumpliera sería asesinado.

Durante todos ese tiempo sufrió maltratos por parte de los discípulos mayores que intentaban canalizar su ira y, como él era extremadamente amable, les parecía el blanco perfecto. Sin embargo, no sintió rencor por ninguno de ellos y se centró en su única meta: Cultivar lo suficiente para escapar del lugar y buscar a Shen Jiu.

Lo que no sabía es que sería mucho más difícil de lo que imaginaba, los lideres decidían quien podía desarrollar su núcleo y quien no, cuando sí y cuando no. Controlaban el método de cultivo que utilizarían sus discípulos y solo dejarían que lo hicieran esporádicamente.

Eso resulto en un Yue Qi con el núcleo apenas desarrollado, pero aun deseando poder encontrar a su mejor amigo.

Cuando vio a este pisar el último escalón, sintió una mezcla de emociones arremolinarse en su interior ¡Estaba vivo! Pero hora se había adentrado en uno de los círculos del infierno y jamás obtendrían su libertad.

Pero eso no lo sabía Shen Jiu. Para él, Yue Qi lo había abandonado y se había hecho parte de una buena secta. Eso lo enfureció tanto que sintió como el odio se adueñaba de él ¡Todos esto años creyendo que lo buscaría y en realidad lo había abandonado! Incluso habría preferido que estuviese muerto.

Este pensamiento se apoderó de su mente y una gran cantidad de energía espiritual llenó su cuerpo. Uno segundos después, había clavado su espada directo en el corazón de Yue Qi.

La ira lo había cegado por completo, haciéndolo creer que su corazón bailaba de alegría mientras Yue Qi lo miraba con lágrimas recorriendo su rostro. Incluso, a pesar de haber sido apuñalado de muerte por su mejor amigo, lo comprendía.

Así dejo el mundo, observando la cara de satisfacción de Shen Jiu, extasiado por haberlo asesinado.

De nuevo, las dos almas habían sido condenadas, una se encontraba de camino a la rueda de la reencarnación, mientras que la otra se quedaría estancada en el mundo por algunos años más, para luego encaminarse a su nueva vida y repetir el ciclo de desgracia.