2. Fantasma (Lan XiChen y Jin GuangYao)

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El Hanshi se encontraba cubierto por el oscuro manto de la noche. No había luna ni estrellas y el gélido aire se filtraba por las paredes de madera. Lan XiChen se encontraba inmóvil sobre la cama, tan tranquilo que parecía una escultura tallada en un hermoso jade blanco, pero en realidad su mente estaba siendo ahogada por tormentosos pensamientos.

Desde que comenzó su reculsión, Lan XiChen había estado enfrentando las consecuencias de una salud mental deteriorada. Haber sido engañado por uno de sus hermanos jurados lo había afectado enormemente. Enterarse de que Jin Guangyao asesinó a Nie MingJue, utilizando una de las técnicas que el mismo le había enseñado con cariño, cayó sobre él como un balde de agua fría, en invierno.

Intentando escapar de los desesperantes pensamientos que martillaban su cabeza una y otra vez, trataba de dormir durante horas, dormiría todo el día de ser posible, pero Lan Zhan lo visitaba contantemente para asegurarse de que estuviera bien.

Por unos meses le había funcionado ese método, pero últimamente su sueño se estaba volviendo igual de infernal que las horas que pasaba consciente.

La lluvia había comenzado a caer sobre el techo del Hanshi y los rayos iluminaban el cuarto a través de la ventana, mostrado la inmaculada figura de Lan Xichen, que no parecía ser perturbada por el sonido de los truenos. Sin embargo, una voz se hizo camino hacia sus oídos a través de la estruendosa sinfonía de la tormenta.

—XiChen-ge.

No hubo reacción.

—Huan-ge.

Una leve hendidura apareció en mitad de su frente, pero pocos segundos después desapareció.

—Gege.

Sus ojos se abrieron repentinamente al mismo tiempo que su corazón simulaba el aleteo de un colibrí alterado. Cuando giró su mirada para encontrar el origen de la voz, un rayo iluminó la habitación y la sangre se drenó de su rostro.

Apoyado con uno de sus brazos sobre la cama y en una posición relajada, se encontraba Jin Guangyao.

Lan Xichen no reaccionó, su cerebro estaba debatiendo si lo que veía era otra de sus ilusiones de mal gusto.

—¿Gege, como has estado? —preguntó en un tono suave.

No respondió.

—¿No me has extrañado? —Con una de sus manos tocó gentilmente el cabello de Lan Xichen para luego acercar sus labios al oído de este. —Huan­-ge.

Al mismo tiempo que el aire rozó su oreja, las frías manos de Meng Yao acariciaron su rostro. Ahora sí le hacía justicia a una verdadera escultura de jade. Esto se sentía demasiado real para ser una ilusión.

De nuevo, Lan XiChen no respondió y el único sonido que se escuchó, fue el retumbar de los truenos.

Él ya había tenido algunas alucinaciones con Meng Yao, pero todas esas eran completamente diferentes a esta. Las primeras veces, entró en pánico, hasta que finalmente se acostumbró y supo manejarlas.

Generalmente ignoraba la ilusión hasta convencerse de que no había nada en el lugar y esta simplemente desaparecía. Pero esta vez no era así, la visión había intentado obtener su atención insistentemente e incluso pudo llegar a tocarlo.

Para cuando salió de sus pensamientos, Meng Yao estaba frente a él sobre la cama, arrodillado con las piernas de Lan XiChen entre las suyas.

—Lan Huan, ¿realmente no me extrañaste? —Fingió descaradamente estar afectado por eso. —Cuando me enteré de que te habías recluido por mi culpa, vine hasta aquí para consolarte.

MXTX One-shots (Cultivatober 2020)Where stories live. Discover now