Nuestro lugar en el mundo

Lucky

8. Lucky

Desde la fiesta en casa de Finn ya habían pasado varias semanas. Y era el cumpleaños de Brittany Pierce. Los señores Fabray y sus amigos estaban muy emocionados, pero sin embargo la joven era de otro parecer. Desde la muerte de sus padres, las festividades le resultaban tristes y en especial el día de su cumpleaños se sentía vacía. Sus tíos y amigos intentaban animarla por lo que esa misma noche, en casa de los Fabray, se celebraría una pequeña fiesta solo formada por los amigos de Brittany. Aunque todos intentaban mantener esa fiesta en secreto para que fuese una sorpresa para Brittany, la joven ya lo sabía.

Le haría mucha ilusión-opinó Tina-

Si, tienes razón-apoyo Mike sonriendo a su novia-

Pero no se, en casa...-comenzó Judy no muy convencida-

En el jardín-propuso el señor Fabray-Anda cariño.

Los señores Fabray ya habían arreglado sus diferencias respecto a Carol Hudson así que Judy no pudo resistirse a los ojitos que le puso su esposo.

Está bien-accedió resignada-

¿Qué está bien?-preguntó Brittany que acababa de entrar a la cocina- Y ustedes ¿Qué están haciendo aquí? No me dijeron que vendrían.

Los amigos de la joven y los señores Fabray se miraron apurados pero, como si estuvieran todos conectados, la misma idea cruzó por sus mentes.

¡Feliz Cumpleaños!-exclamaron-

Vaya, gracias-contestó Brittany olvidándose por completo de la incoherente situación-

Quinn y sus amigas entraron y no pudieron evitar mostrar sorpresa al ver tanta gente en la cocina.

¿Qué nos hemos perdido?-preguntó Santana-

Hoy es el cumpleaños de Brittany-recordó Rachel-

¿De verdad?-preguntó Quinn con falsa sorpresa- No lo sabíamos.

¡Quinn!-regañó Judy-

Claro que nos hemos acordado-intervino Santana sacando del bolsillo de su pantalón un paquete de cigarros- Yo te regalo esto.

Pues yo este paquete de pañuelos-dijo Quinn recibiendo muchas miradas de sorpresa-¡¿Qué!Estoy resfriada.

Yo el llavero de mi moto-dijo Mercedes imitando a sus amigas y dejando el llavero sobre la mesa-

Todos los presentes miraron a Marley, que no había prestado la menor atención a lo que estaba ocurriendo ya que estaba muy ocupada comiendo un pastel, a la espera de otro absurdo regalo. La chica Rose, tras percatarse de que todas las miradas estaban puestas en ella, observó a todos y después su pastel, así varias veces hasta que resignada, lo dejó sobre la mesa.

Y mi regalo-murmuró-

Brittany suspiró resignada y tras mirar los cuatro "regalos" solo cogió el paquete de cigarros.

¿No pensarás seguir los pasos de Santana?-preguntó Judy alarmada- Porque como no somos sus tutores no podemos negárselo a ella, pero a ti sí.

Tranquila Judy-dijo la joven Pierce mirando con interés el paquete de cigarros- Yo soy muy sana.

Y espero que sigas así-advirtió Russell-

Bueno, me voy, ya pueden seguir hablando de mi regalo y esos se los pueden quedar-dijo para luego salir de la cocina-

Todos los presentes se miraron sorprendidos y más cuando Santana corrió tras la joven que en esos momentos subía las escaleras.

¡Pierce espera!-llamó Santana-