Amor

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Como saben Glee no me pertenece (si asi lo fuera la temporada quinta y sexta hubieran sido muy diferentes)... Dejen sus comentarios

24. Amor

Estaba todo oscuro, y lo único que había ante ella era siempre lo mismo. Árboles. Miró hacia los lados asustada tras oír el ululeo de un búho. ¿Dónde estaba? Siguió caminando durante un rato hasta que llegó a sus oídos el ruido que producía el agua al caer con cierta presión.

-¿Una cascada?-murmuró extrañada-

La joven apremió el paso hasta llegar al centro del bosque donde se encontraba el lago, el lago que había visitado ese verano cuando había ido al rancho de los Fabray. ¿Pero qué hacía ella ahí?

-¿Rachel?-llamó una voz, sobresaltándola-

La aludida se giró encontrándose con una joven vestida con una blusa azul prácticamente sin abrochar y unos pantalones oscuros que le sentaban realmente bien.

-¡Quinn!-exclamó la morena, cada vez más desconcertada- ¿Qué haces aquí? Es más, ¿Qué hago yo aquí?

-Te esperaba- se limitó a contestar la chica, extendiéndole la mano.Vamos a bañarnos.

-¡¿Qué?!-exclamó la joven Berry horrorizada- Estamos casi en octubre ¡Es una locura!

-Dame la mano-insistió la rubia, haciendo caso omiso a las palabras de la morena-

Rachel entrelazo sus dedos con los de la rubia y la siguió con desconfianza hasta el interior del lago. Atravesaron la cascada encontrándose exactamente con la misma cueva en la que ella había estado en compañía de Billie. La única diferencia: el olor a humedad había desaparecido.

-¿Quinn donde...?-comenzó la joven antes de mirar hacia el suelo sorprendida- ¿Y esto?

Ante ellos había un candelabro que alumbraba la cueva sobre un mantel extendido además de dos platos con sus respectivas copas y cubiertos. ¿Era una cena romántica?

-Siéntate-pidió la joven Fabray, señalando un mullido cojín sobre el suelo-Hoy pienso tratarte como la princesa que eres.

-Quinn yo... -intentó la morena, antes de verse obligada a sentarse sobre el cojín- ¿Quinn que...?

Pero antes de que pudiera terminar, los labios de Quinn estaban sobre los suyos. Rachel abrió los ojos sorprendida, pero no tardó en relajarse y en permitir a la joven Fabray que profundizara el beso. La rubia la fue recostando sobre el suelo mientras la morena rodeaba su cuello presionándola contra ella. Sus ojos estaban cerrados y ninguna de las dos podía negar que estuvieran disfrutando al sentir la calidez de la otra. Sin embargo, un momento de lucidez permitió que Rachel se apartara horrorizada.

-¡Quinn no! ¡Esto no está bien! –exclamó la joven, sonrojada- Las amigas no se besan.

-Pero las novias si-le recordó la rubia con una sonrisa burlona-

-¡¿Novias?!-repitió alarmada la morena-

-Claro, hace más de un año que estamos saliendo -dijo Quinn desconcertada- ¿Te encuentras bien?

Pero a Rachel no le dio tiempo a contestar. El sonido del despertador la sacó de sus sueños con tal brusquedad que se cayó de la cama.

-¡¿Novias?!-dijo angustiada antes de suspirar resignada- Me estoy volviendo loca.

-¡¿Rachel estás bien?! –preguntó su padre desde la cocina-

-Si-contestó, no muy convencida- O eso creo.

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