Pedro Lopez

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Como saben Glee no me pertenece (si asi lo fuera la temporada quinta y sexta hubieran sido muy diferentes)... Dejen sus comentarios

28. Pedro Lopez

Caminaba por el solitario pasillo sumergida en sus pensamientos. Hacía más de quince minutos que había tocado la sirena y, aparentemente, era la única estudiante que quedaba en el centro.

La profesora la había retenido para hablarle sobre su suspenso en el último examen de biología, examen que habían hecho dos días atrás. Así que ahora se iba sola pese a que sus amigos habían insistido en esperarla.

Brittany suspiró resignada al recordar la sorpresa y decepción de la profesora al darle su examen. La profesora había preguntado si tenía algún problema o preocupación en especial y ella se había apresurado a negar tal posibilidad ante la sospecha de la mujer. Pero mentía. ¡Claro que tenía problemas y preocupaciones! Demasiadas. Entre todas ellas, la actitud evasiva y distante de Santana desde que había vuelto esa mañana a la casa Fabray tras pasar toda la noche fuera. Algo le había ocurrido. Estaba segura.

Flash Back

Con cuidado de pasar inadvertida, introdujo la llave en la cerradura y abrió la puerta lentamente. Dejó la chaqueta en el perchero de la entrada y miró la hora en el reloj de pared.

-Las siete y cuarto pasadas-murmuró con resignación-

Con suerte podría meterse en su cama y fingir que era ahí donde había pasado la noche y no en la cama de Puck.

Pero su plan se deshizo nada más llegar al inicio de la escalera que daba al segundo piso. Brittany, sentada en uno de los escalones y con una fina manta sobre los hombros, dormía plácidamente apoyando la cabeza en la barandilla.

La estuvo observando durante unos minutos, hipnotizada. ¿Dónde había quedado la Santana Lopez independiente y desinteresada de meses atrás? ¿Dónde había quedado la chica deseada por todo el instituto? ¿Dónde había quedado la chica cuya máxima preocupación era el ligue del próximo fin de semana? Había dado tanto por Brittany... había sido capaz de aceptar las consecuencias de ser adulta con tal de tenerla a su lado. Y ahora, aunque la tenía a un metro de distancia, sentía que no podía tocarla. Esa noche, en la habitación de Puck, había perdido cualquier derecho a estar con su rubia.

La joven Lopez subió el primer escalón, pero el crujido de la madera hizo que Brittany despertara repentinamente, sobresaltada.

-¡Santana!-exclamó, levantándose rápidamente- ¡Oh Dios! Estaba muy preocupada. ¿Dónde estabas? ¿Te encuentras bien?

-Si, si, perfectamente-contestó la latina con rotundidad-

-¿Estás segura?-insistió la rubia, no muy conforme-

-¡Te he dicho que sí!-repitió la morena, bruscamente-

La joven Pierce hizo el ademán de hablar, pero se contuvo. Estaba muy sorprendida por la actitud de Santana y no sabía bien cómo actuar. ¿Qué le había pasado para que estuviera así?

La latina suspiró antes de pasarse una mano por el cabello, intentando tranquilizarse. Veía la duda y preocupación en los ojos azules de la rubia haciéndola sentir una idiota por haberla tratado así.

-Perdona, no quería gritarte- se disculpó en un tono mucho más moderado pero no por eso menos frío- ¿Qué estás haciendo aquí?

-Te esperaba-contestó Brittany tapándose mejor con la manta- ¿Dónde estabas?

-¿Me has estado esperando toda la noche?-inquirió la latina intentando cambiar de tema- ¿Por qué?

-Tengo algo que decirte-dijo la joven Pierce descendiendo un escalón y, por lo tanto, acercándose más a su acompañante- ¿Dónde estabas, Santana?

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