Te necesito

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Como saben Glee no me pertenece (si asi lo fuera la temporada quinta y sexta hubieran sido muy diferentes)... Dejen sus comentarios

33. Te necesito

Los pasillos del hospital eran blancos y fríos. Los médicos y enfermeras iban y venían pero ninguno les daba respuestas.

Brittany miró a Rachel, sentada a su lado, quien observaba la pared de enfrente como ida. Sus ojos rojos e hinchados debían de ser un reflejo de los suyos propios.

Frente a ellas y apoyados en la pared se encontraban Mercedes y Joe. Lo cierto es que no sabía que hacía el chico ahí y porque estaba con ellas, pero en esos momentos eso era lo que menos le importaba.

Un rápido taconeo al final del pasillo la obligó a mirar. A lo lejos y ligeramente borrosos, divisó a sus tíos que se acercaban a ellos con un semblante preocupado.

-¿Cómo están?- preguntó Russell nada más llegar-

La joven Pierce se reincorporó con lentitud, tragó saliva e intentó contestar, pero no pudo pronunciar palabra. Se abrazó a sus tíos y volvió a llorar.

-¿Cómo están?-repitió el señor Fabray, esta vez mirando a Mercedes-

Joe, quien pese a su semblante preocupado parecía el más sereno del grupo, soltó la mano de Mercedes y se acercó al matrimonio.

-Aún no sabemos nada, les están haciendo pruebas –contestó, serio-

Judy sollozó y abrazó con más fuerza a su sobrina. El señor Fabray rodeó a su esposa con un brazo y la guió hasta el asiento que había al lado de Rachel y en el que hasta hacía unos minutos la joven Pierce había estado sentada.

-¿Qué ha pasado?-Quiso saber Russell- Nos han dicho que ha sido un accidente.

-Si, durante una carrera en el polígono –contestó Mercedes, bajando la mirada- Un camión apareció de improviso y no pudieron frenar a tiempo. Los dos coches se estrellaron contra el.

-¡Oh Dios!-exclamó Judy, llevándose la mano a los labios- ¡Es horrible! ¿Pero qué hacían en una carrera? ¡Ni siquiera saben conducir!

-Es por mi culpa-intervino Rachel en un tono de voz apenas audible-

Tras tal comentario cargado de dolor, la sala de espera volvió a quedar en silencio. Todos los presentes miraron a la morena quien no apartaba la mirada del suelo.

-Si yo no hubiera...-comenzó con la respiración entre cortada-

-¡Cállate!-la interrumpió Joe, enfadado- Tú no tienes la culpa de nada. Si Fabray se subió a ese coche fue porque quiso no porque tú la obligaras. Bastantes problemas tienes como para que encima tú misma busques más.

Rachel la miró sorprendida, al igual que los demás. Hasta el momento Joe se había mantenido al margen, como si estuviese allí de casualidad, pero tras su intervención quedó claro que no era así.

-Bueno, dejenlo ya- pidió Mercedes, intentando sosegar los ánimos- Será mejor que nos tranquilicemos.

-¡Doctor!-exclamó Brittany, acercándose a un hombre con gafas y batín blanco que leía las actas que tenía entre sus manos- ¿Cómo están?

-¿Son familiares de Santana Lopez?-preguntó, pasando su mirada de unos a otros-

-Somos sus tutores –respondió Russell, preocupado- ¿Cómo está?

-Ella está bien- Contestó- Tiene unos cuantos huesos rotos, cortes y moretones. Nada que no se pueda arreglar con un poco de reposo. Hace unos momentos le hemos dado un calmante así que dormirá hasta mañana sin problemas. –Informó, mirando de nuevo las notas- Pasará la noche en cuidados intensivos pero mañana será trasladada a una habitación y aunque parezca un milagro el niño sobrevivio al impacto.

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