Retos de FanFiction

Resultados "Érase una noche de Halloween"

Usuario: Mora_Blanca
Fandom: Boku no Hero Academia

Llegó de nuevo el treinta y uno de octubre, la noche lúgubre iluminada por la distinguida luna llena, madame sutil que acompaña a los seres de otro plano terrenal en dirección a la ciudad. Dándoles paso entre la arboleda húmeda, a los más terroríficos seres sacados de los mismos cuentos de miedo que se cuenta en cada noche de Halloween. Sus apariencias cambian lentamente en sus andares siniestros.

Su prioridad es esta espantosa noche anaranjada, la noche en la que más pueden disfrutar realizando fechorías sin ser tan notados, donde los vampiros dejan de yacer en sus féretros, donde las brujas abandonan sus casas inhóspitas y se vuelven hermosas, donde los esqueletos dejan de dormir bajo tierra y pueden nuevamente sentir la piel en su ser, donde los fantasmas pueden volver a demostrar lo tan normales que fueron en vida, donde los hombre lobos son más hombres que bestias, y demás. No obstante, su objetivo no surge una transformación, sigue constante en sus metas la sangre y el terror que desean causar.

La magia de la plateada luna no es lo suficientemente cómo para alterar sus ideales, o al menos, es lo que dice ella. Ante los ojos de los humanos, siempre es una diosa tranquila, afable. No tienen conocimiento de las embusteras palabras que dice ser, porque, a su antojo ya les hubiera hecho cambiar de parecer, y destruir incluso a esos entes, pero las ganas no las tiene.

De lado de los hombres y mujeres que han habitado este mundo nunca lo a estado, no es alguien con quien puedas confiar, ella ama ver sangre, ama cómo sus subordinados atormentan a los mortales. Como suele decir, sin terror no habrá diversión.

Esto es Halloween, al fin y acabo, ¿no? Los límites de la diversión no existe, y solo por esta noche. Pues, sin terror no hay diversión.

Las horrorosas brujas, convertidas en una despampanantes adolescentes, persuaden a jóvenes con sus encantos. La más joven de todas, Uraraka, ya tiene a un objetivo en la mira, para luego conducirlo a la muerte, no sin antes aturdirlo con su verdadera e incierta forma demacrada.

La media noche les favorece, y para más discreción, la luna observa en silencio, escondida en las nubes grisáceas para no delatar a todos ellos con su brillo.

En un baldío, un hombre lobo devora las entrañas de una mujer. A su lado, un tierno fantasma sin expresión, observa callado cómo todavía la femenina grita de dolor. Sin permiso, agacha su cabeza al hombro de quien acompaña, mezclando sus cabellos verdes con los del rubio, manchado por algunas manchas de sangre frescas. Bosteza, y pasa su brazo sobre el otro hombro, recostado aún.

—Es estresante cuando gritan.

—Deku. Esto es halloween, gritos hasta el fin. —Sus recientes aullidos son acompañados por las tres brujas riendo, en vuelo por el firmamento.

Ve por donde vas, ten cuidado al caminar, si te descuidas te sorprenderán. Algo horrible te podría salir, y te hará gritar. Asustar es su fin.

Usuario: Infernal_Servant
Fandom: Kuroshitsuji / Black Butler

Siempre acompañado de su fiel mayordomo, el Conde Phantomhive viajaba a la lejana América para investigar múltiples casos de avistamientos de espectros, además, había sido invitado a una fiesta de disfraces y sospechaba que el anfitrión estaba detrás de todo.

Por petición de su anfitrión, debían llegar a la mansión donde sería la fiesta a pie desde el muelle, no se encontraba muy alejada pero si resultaba molesto para alguien acostumbrado a viajar en carroza. Nada más desembarcar los recibió un extraño ambiente, las casas de la cercanía estaban adornadas con diversos objetos de aspecto macabro, varios niños recorrían las calles vestidos de diversos personajes ficticios e inclusive de monstruos, los menores iban de puerta en puerta recibiendo dulces por parte de los adultos.

—¿Qué sucede aquí, Sebastian? —preguntó Ciel con su característica seriedad, aunque también era perceptible cierto asombro, después de todo, aún era un niño.

—Una festividad americana, los elementos escalofriantes y los dulces son el principal atractivo. Esto es Halloween, gritos en la oscuridad será lo que más escuche esta noche. —No pudo evitar sonreír levemente al ver la expresión de su joven amo—. La mansión Spellman queda en esa dirección, vamos.

A paso lento recorrían las calles del pueblo, la vista del más pequeño no se mantenía fija en el camino, todo el lugar le llamaba la atención. Por su parte, el mayordomo caminaba con una sonrisa en su rostro, la fecha donde el mundo de los vivos y muertos se unía le resultó más que interesante. Tras relativamente poco tiempo llegaron a las afueras de una gran mansión adornada igual que las casas del poblado, todos los invitados estaban reunidos en el jardín junto a una gran fuente.

No había una sola señal de su misterioso anfitrión, la incertidumbre reinó un par de minutos más hasta que algo llamó la atención de todos los presentes, una escultura de heno con forma de caballo galopaba hacía ellos, su jinete, hecho también de heno, llevaba una antorcha en la mano. A mitad de camino, el jinete prendió fuego a su montura, envolviéndose totalmente en llamas, todos los invitados quedaron boquiabiertos ante tal escenario. El caballo saltó dentro de la fuente, extinguiendo el fuego y revelando su aspecto y el de su jinete.

—¡Buenas noches a todos! Una disculpa si los asusté, a quien engaño, este es el punto de está festividad. 

Un hombre de armadura negra era quien montaba el caballo, un corcel oscuro como la misma noche que solamente era visible por los detalles de su silla de montar.

Solamente verlo el Conde Phantomhive supo que el era a quien buscaban, necesitaba interrogarlo pero con una fiesta de por medio no le resultaría nada sencillo.

¡Muchas felicidades!