Corazones Heridos

Capítulo 29

Era como si estuviera oscuro.

No había sonido, no había aire. No había nadie más alrededor.

Era como estar encerrado en una prisión de oscuridad, sin ningún lugar adonde ir y sin nada que recordar.

Estaba solo y hacía frío. Era un agujero negro de completa nada ya que no había señales de vida.

Todo lo que quedó fue miseria y desesperación.

Después de lo que pareció una eternidad y un día, hubo una luz vaga al final del túnel. Uno que midiera la esperanza, y durante un momento importante hubo sentimiento.

Había calidez, había felicidad, había una señal.

Y en ese momento Marinette tomó su primer aliento.

Sus ojos azules se abrieron cuando el viento sopló suavemente detrás de ella. Entrecerró los ojos, el sol casi la cegaba y sintió que el corazón le latía con fuerza en el pecho. Extendió la mano, agarrándose el pecho, ya que casi latía demasiado rápido para alcanzarlo.

Estaba débilmente consciente de la barra bajo sus pies y Marinette estaba agradecida.

Fue como si el tiempo hubiera cambiado. Recordó haberse caído, sus ojos clavados en Chat Noir y luego todo se volvió negro.

Ella se estaba sofocando y luego no existía. Lo siguiente que supo es que estaba de vuelta donde empezó. Estaba a punto de volver a caer, pero algo había cambiado.

Chat yacía frente a ella, su cuerpo completamente flácido, su cataclismo aún estaba activado en su palma.

Marinette automáticamente quería moverse hacia él, pero estaba atrapada bajo el mando de Lila.

Marinette frunció el ceño, le dolía el corazón porque estaba segura de que Lila la haría saltar una vez más.

Marinette no tenía fuerzas, inmediatamente comenzó a sollozar. Iba a desaparecer de nuevo.

La pelinegra jadeó cuando sintió un fuerte agarre en la parte de atrás de su cabello. Las lágrimas corrían por sus mejillas cuando Lila la obligó a mirarla a los ojos.

Marinette tembló, su estómago se hundió mientras Lila parecía preocupada, sus ojos se profundizaron con miedo y dolor.

—No estoy haciendo esto para salvar tu vida ...— escupió Lila con frialdad. —Lo estoy haciendo para salvar la mía ...—e agachó para tirar del cristal del cuello de Marinette.

—Controla a tu monstruo—-

Su mano se aferró de nuevo a su cabello, tirándola de vuelta a la plataforma hacia Chat Noir.

Marinette gimió mientras aterrizaba en el espacio junto a Chat.

Se sentía débil, estaba cansada. Estuvo casi tentada a permitir que la fatiga se apoderara de ella.

Ella miró hacia arriba, viendo a Lila darles la espalda antes de irse,estaba muy confundida por lo que pasaba.

Marinette quería ir tras ella, pero no tenía sus aretes. Ella miró a Chat, separando los labios para decirle algo con la esperanza de que él los hubiera traído su miraculous, pero se detuvo en el momento en que lo vio ponerse de pie lentamente.

Ella se dio la vuelta y se acercó a él. Se puso de rodillas para estar a su altura. Sus ojos se abrieron, viendo a Chat sentarse y mirarla. Su expresión era grave y Marinette había comenzado a preocuparse.

Recordó que Lila lo había llamado monstruo, pero ese no era el Chat Noir que conocía.

La mujer se mantuvo escéptica ya que no podía confiar en Lila. Tenía todas las razones para no hacerlo.