Corazones Heridos

Capítulo #13

— Vamos siéntense— Alya exclamó, golpeando sus manos en la mesa de café.

—¡Ustedes dos! ¡Vamos paguenme lo que perdieron! —Ella apuntó su dedo hacia Nino y Marinette.

Adrien miró a la mujer, completamente estupefacto. Disfrutaba mucho cuando su grupo de amigos se unia a él en su hora de almuerzo.

Era agradable tener caras conocidas para ver cuando tenía que esquivar constantemente los coqueteos de Lila.

Sacudió la cabeza mientras Alya bailaba un poco, agarrando los billetes que Marinette y Nino golpeaban en la mesa.

Pensándolo bien, quizás un tiempo a solas también hubiera sido bueno.

—¿Qué fue de lo que me perdí?— Preguntó Adrien, mirando a sus amigos mientras Alya doblaba los billetes y los guardaba en su bolsillo trasero.

—Apuestamos a que Marinette no se lo diría a Nino, y apueste a Marinette que reaccionarías bien— Alya se rió entre dientes, sacudiendo sus caderas en otro baile de la victoria.

Marinette puso los ojos en blanco, esbozando una pequeña sonrisa. Nino le dio un codazo a Adrien, quien agitó los brazos y miró a sus amigos.

—¿Hiciste apuestas a mi costa? Ustedes probablemente son los peores amigos que he tenido— Adrien replicó, moviendo su silla lejos de Nino mientras Nino envolvía sus brazos alrededor de él.

—¡No, te amamos!—Nino protestó, presionando un beso en la mejilla de Adrien y lo rechazó en broma.

—A tu costa ...— Marinette hizo un puchero, mirando a su prometido. —Yo soy la que está embarazada—

Nino se giró para mirarla.

—Él no lo entiende. Tan irrespetuoso, ¿verdad?—Nino intervino sarcásticamente, inmediatamente empujando a Adrien y aferrándose a Marinette.

Alya resopló, levantando su teléfono para tomar una foto de los dos.

Nino sonrió odiosamente para la foto,mientras que Adrien se metía entre los dos.

Marinette bostezó. Todavía tenía un día completo de trabajo por terminar. Tenía que admitir que estaba un poco celosa de que Adrien se fuera a casa un poco antes que ella, pero aparte de que últimamente no podía dormir, su vida parecía bastante gratificante.

—Voy a tomar un poco más de té— bostezó la chica una vez más, encogiéndose de hombros fuera del agarre de Nino y Adrien.

—Vuelvo enseguida...—

Nino le quitó la mano del hombro y permitió que Marinette se levantara.

—¿Estamos esperando una niña esta vez?— Alya intervino, mirando a los dos chicos frente a ella. —Creo que sería lindo para Louis tener una hermanita—

Adrien sonrió al pensarlo.

Tener una princesita que se pareciera a su reina. Adoraría a su Mini Marinette tanto como a su mini yo. Louis era casi una viva imagen de sí mismo, y para no hacerse sentir más narcisista, sentía en las partes más profundas de él las tenía su hijo, él y Marinette hicieron un gran trabajo con él.

Adrien se encogió de hombros.

—Parece una buena idea ... pero no depende de mí. Pase lo que pase, independientemente del sexo, estoy agradecido por tener una esposa y un bebé saludables—

Alya miró a Nino con una pequeña sonrisa. La morena se sonrojó, estaba realmente feliz por su amiga y deseaba que tal vez ella fuera la que compartiera este tipo de noticias con sus amigas algún día.