Capítulo #15

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Marinette tuvo problemas para mantenerse despierta de camino a su casa.

Trató de dejar que las palabras de Luka flotaran en su cabeza. Quería creerlas, de verdad. No sabía si eran las hormonas del embarazo, pero últimamente se había sentido tan emocional e insegura. Miro a través de su teléfono, una pequeña sonrisa apareció en su rostro adormilado mientras miraba las fotos que Adrien le había enviado de su hijo a lo largo del día.

Marinette pudo escuchar a Tikki reír a su lado.

—-Supongo que fue un día  padre e hijo—Marinette le susurró a su kwami.

—Parece que se divirtieron ...—

Se estaba haciendo tarde, Marinette tenía la sensación de que Louis ya estaba dormido. Se frotó los ojos, bloqueando su teléfono mientras imaginaba que llegaría a casa, comería un pequeño bocadillo y luego se acostaría. Le dolía la espalda, sus pies estaban hinchados y su corazón estaba lleno de preocupación.

Se estiró cuando el coche se detuvo frente a su casa. Salió, y se giró hacia el guardaespaldas de Adrien ,le dio las gracias antes de volverse y buscar en su bolso las llaves.

Al escuchar el auto alejarse detrás de ella, Tikki asomó la cabeza mientras se dirigía a la puerta principal.

—¿Crees que dejaron un desastre allí? Dejaste a esos dos solos durante casi todo el día—Tikki bromeó mientras Marinette entrelazaba sus llaves en su mano.

Ella suspiró, sacudiendo la cabeza.

—Pienso que todo sería culpa de Chat, es como un niño grande. Si ellos dos dejaron un desastre allí, serían ellos quienes lo limpiaran— Replicó Marinette—Luego me harían un sándwich de bagel con un poco de queso crema —

Tikki se rió de su respuesta.

—¿Usarás tu cara como un cuchillo de mantequilla de nuevo?— El kwami ​​bromeó. —Creo recordar que fue realmente eficiente la última vez—

Marinette puso los ojos en blanco ante las bromas de sus kwamis y metió la llave en la puerta.

—Oh vamos Tikki ,Tenía tan solo dieciocho años y nueve meses de embarazo. ¡Era un desastre!—Ella se defendió abriendo la puerta.

Tikki estaba a punto de responder, pero pronto se quedó callada cuando notó que la casa no solo estaba impecable, sino también oscura.

Marinette se quedó paralizada al ver velas encendidas en todos los rincones.

Adrien y Louis no estaban en ningún lugar, pero a sus pies vio pétalos de rosas.

—¿Cuándo hizo esto?— Preguntó Tikki, notando que los pétalos se arrastraban hasta cierto lugar de la casa. —¿Es momento de irme?— Preguntó, sabiendo que tendría que volar a algún lugar para darles tiempo a solas.

—Yo ... no sé ...—Marinette respiró, su corazón se aceleró ante el gesto.  Entró, cerró la puerta detrás de ella y colocó sus llaves en el gancho al lado de la puerta.

Apretó los labios, viendo como Tikki rápidamente le acariciaba con la nariz para darle buena suerte y luego se iba.

La azabache miró las pequeñas velas encendidas y caminó junto a ellas lentamente, siguiendo el rastro de pétalos.

El sendero la llevó al baño, donde fue recibida por un baño de burbujas caliente preparado para ella.

Las velas encendieron cada lado de la bañera, y cuando Marinette sumergió sus dedos dentro, el agua estaba muy tibia y acogedora.

Corazones Heridos Where stories live. Discover now