FINAL

1.6K 104 30
                                    

El estudio estaba a oscuras.

Adrien apenas podía ver salir el sol por el horizonte a través de las ventanas. No le importaba una explicación. Sabía que su equipo de trabajo estaría triste de verlo irse y sintió que sería demasiado sentimental explicarles por qué se iba.

Adrien colocó algunos de sus artículos en una caja y suspiró. Sus ojos verdes miraron alrededor de la habitación. Su camerino albergaba tantos buenos y malos recuerdos, era casi agridulce.

—¿No vas a extrañar este lugar ?— Preguntó Plagg, girando la cabeza para mirar a Adrien mientras se sentaba sobre sus hombros.

Adrien suspiró, sus ojos volvieron a la caja llena de sus cosas. Había decorado su camerino con fotos de su familia, algunas cosas que trajo de casa y dibujos que Louis le había hecho.

Adrien había cerrado la caja, una pequeña sonrisa en su rostro ya que este era solo otro capítulo de su vida que había llegado a su fin.

—Creo que si vuelvo a modelar de nuevo, será bajo la línea de moda de Marinette ...— lanzó, dando un paso atrás para ver cuán vacía se había vuelto su camerino.

—Así que no creo que extrañar este lugar. No creo que extrañaré trabajar aquí bajo luces calientes, ropa interior incómoda y empujarme contra extraños. Hice muchos buenos recuerdos aquí, llegué a modelar con Marinette, la comida estuvo estupenda y Camille fue como una segunda madre para mí. Pero estoy dispuesto a darle vuelta a la hoja ... — confesó Adrien.

Adrien levantó la caja, se la puso debajo del brazo y apagó las luces. Plagg regresó al bolsillo de su camisa y Adrien abrió la puerta para irse.

El rubio hizo una pausa, sus ojos se agrandaron cuando vio a Lila parada en la entrada.

Su rostro estaba solemne. Parecía como si hubiera estado llorando.

—¿Es verdad?— Preguntó ella, con la voz temblorosa mientras lo miraba. —¿Realmente te vas?—

Adrien suspiró, no quería volver a toparla en su vida. Lo último que quería era que ella se volviera a akumatizar.

—Es lo mejor para mi, Lila…— aseguró el rubio mientras le ofrecía una débil sonrisa. — Pero no estaré aquí y estaré fuera de París por una semana, pero si me ves o si nos encontramos, no tengas miedo de saludar ... trataré de ser cortéz—

Lila exhaló, las lágrimas se acumularon en sus ojos cuando Adrien pasó a su lado para salir del edificio.

La mujer apretó los puños y se giró hacia él, ya que no podía dejar que se fuera del trabajo.

—Adrien. ¿Hay algo que pueda hacerte cambiar de opinión?— Preguntó, con la voz temblorosa mientras trataba de contener los sollozos que amenazaban con escapar de ella.

Adrien hizo una pausa, de espaldas, mientras miraba hacia abajo con una mueca.

—Realmente lamento que haya terminado de esta manera ...— suspiró, volviéndose hacia ella con el ceño fruncido. —Quizás en el futuro las cosas sean diferentes. Me preocuparé por ti como persona, pero creo que es importante que vayamos por caminos separados y trabajemos en nosotros mismos. Lo que te pasó fue terrible. Pero después de pensar un poco y después de la trauma que mi familia y yo sufrimos por tu culpa, creo que es importante cerrar este capítulo y seguir adelante. De lo contrario, estaremos atrapados en el mismo foso una y otra vez. No tiene sentido vivir la vida de esa manera ... . —Adrien apartó la mirada de ella.

—Conozco tus sentimientos por mí. Los reconozco. Te prometo que seré amable con ellos, pero necesito que entiendas que estoy enamorado de otra persona. Si quieres que seamos amigos en el futuro, debes respetar límites, y sobre todo a mi futura esposa—

Corazones Heridos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora