Corazones Heridos

Capítulo #12

—-¿Era muy necesario que me trajeras hasta aquí como Chat Noir?—

—Pensé que habíamos acordado que  hablaria con Adrien— Marinette suspiró cuando Chat se puso de pie.

Ella tomó nota de no mirar hacia abajo. Lo último que había esperado esta noche era trepar al techo de un edificio de varios pisos de altura solo para hablar.

—Sí, ¿para que después dejaras a Adrien borracho?— Chat reflexionó, sacudiendo la cabeza. — Eso no va a pasar—Saltó frente a ella, la puesta de sol contrastaba con sus conocidos rasgos, Marinette a menudo encontraba difícil apartar la mirada.

—Yo-pero ... ¿y si alguien nos ve?— Marinette tartamudeó, finalmente apartando la mirada del rubio en traje de gato. Respiró, regañando a sus hormonas cuando empezaron a actuar de nuevo.

Ella no podía bajar la guardia, o él se enteraría .

—¿Entonces? Siempre podemos inventar una excusa. Al menos estamos en una posición menos comprometedora que la última vez ...—

Marinette suspiró y se desplomó. Sabía que no era una buena idea ocultarle cosas. Ella aprendió de la última vez. La situación con Nathanaël termino mal porque ella le ocultó cosas.

Tikki y Alya tenían razón ...

Apretó los labios, mirando hacia su ciudad con ojos brillantes mientras comenzaba a contemplar.

—¿Sospechas de mí porque no confías en mí?— Preguntó Marinette, girandose para mirar a Chat Noir con una mueca.

Chat hizo una pausa, frunciendo el ceño antes de mirar a Marinette, asimilando su apariencia con un poco de dolor en su corazón.

—No, no es eso ...—suspiró, mirando las luces de abajo. Los dos permanecieron en silencio, incómodos uno junto al otro mientras Chat trataba de formular una oración adecuada.

Han tenido sus altibajos, y ambos tuvieron que admitir que el contratiempo entre ellos con respecto a Nathanaël y el secuestro de su hijo fue la peor experiencia.

Al menos hasta ahora.

—Sólo quiero que nos comuniquemos mejor... hicimos la promesa de que ...— murmuró Chat, mirándola. —Se supone que somos un equipo ... Pronto intercambianremos votos ... tenemos un hijo juntos, tenemos que empezar a confiar el uno en el otro. No podemos ocultarnos las cosas. No es así como el matrimonio funciona—

Marinette frunció el ceño y lo miró. Su corazón se sintió pesado en su pecho y suspiró.

—Yo ... no quiero pasar de nuevo por esas problemas...—intervino Marinette, su corazón dolía por el recuerdo de cómo él ni siquiera la miraba, ni tocaba o reconocía.

—Estábamos en un mal momento... porque elegí ser egoísta ... tanto para ti como para Nathanaël. Nos costó la seguridad de nuestro hijo, y la confianza que tanto tú como Nathanaël tenían en mí ...— Marinette extendió la mano para frotar su pecho, casi como si estuviera desesperada por aliviar un dolor en su pecho.

—Ni siquiera me miraste ... y mucho menos permaneciste en la misma habitación conmigo ... no podía tocarte, hablarte ... ni siquiera acostarme contigo ...— sus ojos se desviaron hacia abajo. el recuerdo oscuro. —Era como si te hubieras vuelto inalcanzable, dañado por mis propias acciones ...— su voz se fue apagando.

—No quiero volver a hacernos eso ... lastimarte ... y alejarte me duele más de lo que podrías imaginar—

Chat frunció el ceño, sin dudarlo se acercó a la su amada, colocando sus garras directamente en su cintura y acercándola.