Capítulo 36

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La tarde llegó rápidamente.

La puesta de sol arrojó un resplandor cobrizo contra la ciudad.

El viento cálido sopló rápidamente y Adrien finalmente pudo sentirlo.

Sus ojos verdes se desviaron hacia la distancia. Su cabello rubio caía sobre su frente y su ceño se frunció mientras sus iris se deslizaban a lo largo de la torre Eiffel.

Se paró en el cementerio familiar, sus ojos bajando una vez más al terreno vacío bajo sus pies.

Fue una sensación de satisfacción y tristeza, que lo dominó. Su mente simplemente estaba llegando a una conclusión.

No sintió dudas y no se sintió herido. En cambio, se sintió agradecido por la segunda oportunidad.

Marinette fue enterrada una vez aquí, justo debajo de sus pies. Un extraño giro del destino la devolvió a sus brazos. La zona estaba tranquila, estaba sereno y, lo más importante, estaba vacío.

—No sé por qué viniste aquí para torturarte ...— murmuró Marinette a su lado. La idea de su propia muerte le aterraba bastante. Sus ojos azules se movieron hacia el terreno vacío y apretó los labios. Se sintió un poco enferma al pensar que la colocaron en un hoyo ahí.

Louis se paró torpemente al lado de Marinette, su mano agarrada con fuerza a la de ella ,ya que los cementerios asustaban al pequeño.

Marinette se agachó, colocando al niño en su cadera.

—Solo estoy aquí para sacar una conclusión final en mi mente ...y terminar con todo esto— murmuró Adrien, girando la cabeza para mirarla.

Marinette asintió, sus ojos volvieron a mirar a su amor una vez más.

—Tal vez compre este pedazo del cementerio ...— suspiró, arreglando su vestido rosa mientras se alejaba, haciendo que adrien la siguiera fuera del cementerio.

Adrien enarcó la frente, siguiéndola sutilmente.

—¿Vas a comprar este terreno? ¿Por qué?—

Marinette se rió entre dientes, mirándolo brevemente.

—Para tu funeral,especialmente después de lo que tienes planeado para hoy ...—sacudió la cabeza mientras se acercaba al auto estacionado en la calle.

Adrien se rió suavemente, metiendo las manos en el bolsillo de sus jeans.

—Que estás tratando de decir ...¿Crees que mi padre me va a matar?— Bromeó, levantando su frente.

Marinette abrió la puerta del auto, colocando a su pequeño en su asiento.

—Bueno, definitivamente contento no estará ...—suspiró, abrochando a su pequeño en el asiento de forma segura.

—¿Estás seguro de que eso es lo que quieres hacer?— Preguntó, retrocediendo para mirar a Adrien con una postura nerviosa. —No tienes que hacerlo por mi y por Louis,honestamente, entiendo que está fue la vida que nos tocó vivir y si tu papá te despide puedes trabajar en otra empresa ...—

Adrien sonrió. Él se agachó y le tomó la cara.

—No estoy haciendo esto solo por ti y Louis. Estoy haciendo esto por mí también. Esto es algo que debería haber hecho hace mucho tiempo. No estoy viviendo la vida de la manera en que me gustaría estar... Ni si quiera tengo algún privilegio por ser un Agreste —Murmuró brevemente antes de inclinarse y presionar un suave beso en sus labios.

Marinette exhaló suavemente, inclinándose y frotando su nariz contra la de él.

—Lo sé ... yo sólo ... sólo te apoyaré en Cualquiera que sea la decisión que tomes, Louis ,yo y nuestro futuro bebé estamos junto de ti. No importa qué ...— aseguró, sus manos extendidas para tocar las de él mientras descansaba en sus mejillas.
Adrien solo le sonrió con dulzura.

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