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Candela Montalbetti // 10 de abril de 2023

Por fin llegó mi hermoso sábado, no trabajo y finalmente puedo disfrutar de mi noche.

Hoy junto a mis amigos decidimos salir, después de varias noches trabajando puedo darme el gusto de salir y disfrutar como se debe.

Nuestro lugar elegido es Djooh, es uno de los mejores de la ciudad.

Catalina llegó hace casi una hora, se está terminado de preparar.

Mientras tanto yo voy armando algunos tragos junto al hermano de mi amiga.

Decidí ponerme un vestido rojo, bien pegado al cuerpo, tiene algunos detalles en negro y la verdad es que me queda divino, no puedo quejarme.

Mi autoestima es muy alta, siempre me gustó mostrar mis atributos y sólo algunos son los elegidos para admirar mi cuerpo desnudo.

Desde muy chica soy así, los chicos me buscan por como es mi cuerpo y a veces suele ser molesto, pero yo soy quien elige co quien pasar la noche y muchos de ellos terminan enojados por no tener chance de besarme o poner una mano sobre mi.

No me gusta lo serio, las relaciones no son lo mío. No me gusta estar atada a nadie, estoy bien por ahora.

El amor llegará en algún momento, pero por ahora prefiero disfrutar mi soltería y conocer gente para mantenerme activa sexualmente.

En algún momento estaré con alguien, no me cierro a eso, pero simplemente me gusta disfrutar sin ataduras y siempre lo dejo en claro.

Los detalles no me molestan, pero a veces me ponen en un compromiso que no me gusta y busco la forma de evitar cualquier tipo de relación amorosa sin herir a nadie, obvio que a veces no sale como espero.

¡Ya estoy! - gritó mi amiga, llegó hasta al living con un vestido dorado-

A ver una vueltita- pedí antes de darle un sorbo a mi trago-

Mi amiga me obedece, es una bomba.

Su hermano le alcanza su celular, es dos años mayor que yo y déjenme decir que está como quiere, pero tiene pareja y él es muy fiel.

La música de mi departamento aumenta un poco, en unos minutos llegarían cuatro personas más.

Aún es temparno para salir, así que mientras haríamos una previa.

Dejé a los hermanos en el living, y caminé hasta lo que sería el balcón de mi departamento.

La ciudad está iluminada, es una linda noche. La luna brilla como nunca, algunas estrellas la acompañan.

Me apoyé frente al barandal, y saqué un cigarrillo.

Dudé si llevarlo a mi boca, y finalmente lo encendí. No debería hacerlo, pero uno no mata a nadie.

Me gusta estar acá, puedo pensar tranquila y a veces es necesario.

Con el cigarrillo en mi boca, y mi mirada en los autos que están bajo de mí puedo relajarme un poco, fueron semanas de pura tensión.

Esta linda la noche ¿no? - la voz del argentino me hace girar la cabeza-

Nos separa el balcón del departamento que hace poco fue desalojado.

La verdad que sí - le contesto y me muevo un poco para no levantar tanto la voz-

Veo que detrás de él hay luces de colores y música, tal como en mi departamento.

¿Salis hoy? - me ánimo a preguntar-

Si, vinieron unos amigos a pasar el fin de semana- me responde con una sonrisa, parece sincera- ¿vos también?

Rumors | Leandro Paredes Where stories live. Discover now