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Leandro Paredes // 16 de marzo de 2023

Entré al vestuario, y me encontré con mis compañeros.

Son las cuatro de la tarde, estamos desde temprano entrenando y ahora que me relajo mi cuerpo siente todo lo trabajado.

Me saco la camiseta, quedando en cuero frente a mis compañeros.

Paso una toalla húmeda por mi nuca y me siento frente a mi casillero.

¿Hacen algo hoy? - pregunta Mauro, niego-

Vamos al bar de siempre - propone Silva mientras guarda sus cosas-

El bar de siempre, donde trabaja mi vecina.

Desde el lunes no la veo, no la crucé más luego de verla en el ascensor. Llego con una colita mal hecha, una capa de sudor sobre su frente y con una mochila, parecía que venía de entrenar.

Aún así me parece linda, si al terminar de entrenar queda de esa forma, no me la imagino haciendo otras cosas.

¿Venís? - me pregunta Mauro con una mirada de complicidad-

A él le conté sobre Candela, sobre lo sucedido el fin de semana pasado.

La verdad que no estoy con mi mejor humor para salir, simplemente no tengo ganas.

No, tengo que ver a los chicos- contesté guardando mis pertenencias en el bolso deportivo-

Asiente poco convencido, sabe bien que los chicos están conmigo de viernes a lunes.

Me pongo una remera suelta, y pestañeo un par de veces antes de ponerme de pie.

Nos vemos mañana - me despido de ellos con el típico saludo de hombres-

Me miran extrañados ya que mi actitud no es la típica de siempre.

Con mi bolso aún lado abandono el vestuario. Mi celular vibra en mi bolsillo, lo ignoro.

Camino por el pasillo silencioso y mi celular vuelve a vibrar.

"Camila" el agendado de mi ex mujer ilumina la pantalla, contesto, puede ser importante.

¿Qué pasa? - digo al responder, no quiero dar muchas vueltas-

Me despido con la mano con gente del club y salgo directo al estacionamiento.

Era para avisarte que Victoria hoy empezó en un estudio de danza - responde ella, asiento aunque no pueda verme- ¿podes ir a buscarla?

¿Donde es? - pregunto mientras abro la puerta de mi auto-

Me pasa la dirección y la pongo en el gps de mi auto.

Me la llevo a casa, total - digo antes de cortar la llamada-

Como quieras - responde la rubia y corta esa llamada-

Exhalo el aire de mis pulmones con fuerza. El gps rápidamente busca un ruta rápido para ir al nuevo estudio donde esta mi hija mayor.

Tengo treinta minutos para llegar hasta donde está Victoria.

Desde que es chica le gusta la danza, durante años tuvo su profesora de casa y creo que estuvo bien inscribirla en una escuela.

Tardé más de la cuenta, la escuela está justo en la esquina.

Antes de dejar mi auto me aseguré de poner la alarma.

Mis pasos son apresurados, camino sin llevarme a nadie por delante.

Rumors | Leandro Paredes Where stories live. Discover now