Rumors | Leandro Paredes

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Candela Montalbetti // 7 de diciembre de 2023

Las manos de Leandro se pasean suavemente por mi piel.
Corre mi ropa interior, y busca pasar más tiempo en mi interior.

Una ola de calor brota en mi cuerpo, un suspiro sale de mí.

Las gotas de lluvia chocando contra el techo interrumpen un poco mis pensamientos, el viento hace ese típico sonido que golpea en las ventanas.

Vuelvo a concentrarme en él, en sus dedos dentro de mí y por reflejo cierro las piernas, provocando una risa de su parte.

Desde que llegamos a este lugar no dejamos de tener intimidad, es una necesidad insaciable.
Pasamos por cada lugar de la cabaña, y ni hablar de las posiciones nuevas que implementamos.

Sus movimientos me tienen delirando, y siento como algo se forma en mi interior.

Lo miro, y él sonríe, baja la intensidad de sus movimientos para torturarme. Jadeo, y busco sus labios, para que tenga un poco de piedad y continúe dándome ese placer que sólo él puede darme.

Entre besos le saco varios gemidos, y esos dedos que estan dentro de mí, desaparecen.

Leandro me sube sobre él, mis pechos quedan justo frente a él y parece disfrutarlo.
Pasa su lengua por ellos, y da unos mordiscos.

Me muevo sobre él y su respiración se vuelve pesada, al igual que la mía.
La lluvia se intensifica y nuestros cuerpos aumentan su calor.

Mi ropa interior, lo único que tenía puesto, lo rompe sin previo aviso.

Leandro - reclamé entre besos, por su culpa me quedo sin tangas-

Después te compro- murmura sobre mis labios, y apreta mi cintura-

Mis manos viajan por su abdomen, nuestros labios no se despegan. Pierdo la cabeza cada vez que lo beso.
El tiempo va lento cuando estoy con él, su cercanía me transmite mucho.

Leandro junta nuestras manos, me mira fijo. Hay algo en sus ojos, es diferente a lo de siempre.
Relame sus labios, e intenta decir algo.

Busco nuevamente sus labios, y trato de saciar mi sed de ellos.
Cierro los ojos, y me acomodé sobre él para dar el siguiente paso.

Siento su miembro chocar contra mi entrada, y un gemido sale de mi boca, me levanto un poco para que pueda entrar en mí sin problema.

Tiro mi cabeza hacía atrás, espero unos segundos para poder moverme.
Sus manos no abandonan las mías y poco a poco comienzo con unos movimientos circulares.

Leandro se deja llevar por el placer, y no guarda ningún tipo de sonido. Eso hace que me encienda aún más.

Él me observa, tiene una ligera capa de sudor en su frente y apuesto que yo estoy igual.

Con unas almohadas detrás de él, ayudando a su espalda para que pueda acomodarme mucho mejor y lo único que hago es presionar con mis pies y soltar puedo controlar mucho mejor mis movimientos, sean lentos o rápidos, yo soy quien controla y manipula su miembro.

Sus manos se aferran a mi cadera, las mías tocan cada parte de su espalda y en todo mi cuerpo es invadido de placer cuando lo siento moverse junto conmigo.

En mi oído se escapan sus gemidos, y eso provoca un deseo más fuerte de él. Lo quiero solo a él, sus movimientos me deslumabran y solo quiero que sigamos matandonos, y que no se acabe.

Quiero perderme con él, no voy a ocultarlo. Quiero todo con él.

Es suficiente con unos minutos para que ambos lleguemos al orgasmo, siento mi cuerpo pesado y siento que estoy en una fantasía.