Rumors | Leandro Paredes

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Candela Montalbetti// 8 de julio de 2023- Cordoba

¡Deja de molestarme! - exclame gritándole a mi hermano -

Desde que llegué a Córdoba hace una semana no deja de estar encima mío. Nicolás tiene veintidós años y parece un nene de seis pidiendo atención.

Decile algo ma - le pedí a mi mamá mientras empujaba a mi hermano -

Dejalo, no te ve hace mucho - dice ella desde el otro lado del living-

Bufé molesta y me rendí.

Pendejo de mierda- murmuré y él me pellizco- ¡Mamá!

Ella sólo soltó una carcajada, así no se puede.

Levántate, y llévame a comprar - le miré seria y negó- Dale, porque quiero helado

Hice puchero con los labios y rodó los ojos.

Suspiró pesadamente y accedió.

Mi mamá le tiró las llaves y ambos nos levantamos del sillón.

Ya venimos - le dije a mi mamá y asintió-

Lleven abrigo - contestó y agarré mi buzo -

Nicolás salió en silencio de casa y lo seguí.

Su auto es nuevo y no me lo presta ni de casualidad.

Me subí y él igual. Me miró fijamente.

¿Me vas a decir por qué te sigue toda la selección? - preguntó tratando de buscar alguna señal en mi rostro-

¿Eh? - me limité a responder y bajé la ventanilla-

No te hagas la pelotuda- respondió- ¿A quién te estas cogiendo?

Escupió con cierto enojo y frunció el ceño.

A nadie - mentí y esquive su mirada, el maldito te clava los ojos y parece que se mete en tu alma-

¿Segura? - su voz es completamente diferente y es raro que él actúe de esta forma-

A Nicolás nunca le preocupó con quien estaba, y yo tampoco soy así con él.

Te estoy diciendo que no - respondí de mala gana-

Una de sus manos agarró mi mandíbula y me hizo verlo. Sus ojos claros se volvieron oscuros.

¿A quién te estas cogiendo? - volvió a preguntar y ahora su mandíbula se tensó-

A...a nadie - tartamudee y cerré los ojos sabiendo que se daría cuenta de que le mentía-

Los jugadores son una mierda, aléjate ya - pidió al mismo tiempo que colocaba las llaves en el contacto y ponía en marcha el auto-

Lo miré sin comprender su actitud, no entendiendo porque se pone de esta forma.

No todos son una mierda - me defendí y misteriosamente defendí a Leandro-

Entonces sí estas con uno - concluyó él y sabía que me había engañado-

Si, y no veo lo malo- replique de mala manera. El sonoro suspiro que vino en respuesta se convirtió en algo tan nuestro-

¿Quién es? - preguntó sin verme, no emití ninguna palabra- Deja de hacerte la enojada ¿quién es?

Leandro Paredes-  respondí y automáticamente frenó el auto, provocando que casi choquemos contra un poste de luz- ¡Sos boludo! ¿Qué te pasa?

Me enojé y con justa razón, esta loco.

¡Casi nos matas!- grité y me miró con el ceño fruncido-