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Candela Montalbetti// 5 de mayo de 2023

Entré al gimnasio con pocas ganas, la verdad que solo vine para distraerme un poco y relajarme. Son las dos de la tarde y únicamente quiero descansar.

Saludé a quien estaba en la puerta, me puse alcohol en gel antes de usar las máquinas.

Mi entrenador me saludó a lo lejos, le di una sonrisa y dejé mi mochila en uno de los percheros.

Me agache para atarme de forma correcta los cordones.

Algunos murmullos llaman mi atención, un grupo de chicas a mi costado miran a un punto y lanzan risitas de colegialas.

Seguro alguno nuevo y les parece atractivo. Son de manual.

Me dirigí hasta el gran salón y mi vista choca con un chico haciendo pesas. Esta de espalda, tiene un pantalón negro y una remera gris.

Los músculos se contraen cada vez que levanta las pesas.

Su cabeza gira, dejándome ver ese perfil.

Mi boca se abre formando una "o"
Leandro a metros de mí y entrenando.Me hice la tonta y caminé hasta el sector que me corresponde.

Estire mi cuerpo antes de iniciar, por el rabillo de mi ojo lo veo hacer flexiones.

Las hace con mucha facilidad,es algo obvio, entrena todos los días.

Luego de unos minutos de estiramientos, me acomodo frente al espejo para hacer sentadillas.

Siento la vista de alguien detrás de mí, espero que sea mi entrenador.

A través del espejo puedo verlo, me observa mientras toma agua.

Esta sudado y agarra la botella con fuerza.

Luego de esas veinte sentadillas, agarro  una colchoneta.

Empiezo con unos abdominales, pero su mirada sobre mí logra incomodidad absoluta y me es difícil concentrarme.

¿Querés que te ayude? - pregunta a metros de mi, miré a mi entrenador y él está ocupado con otros-

No hace falta - contesté, y volví a enfocarme en terminar de una vez con estos abdominales-

Se ríe y se acerca a mí.

Se arrodilla y sus manos juntan mis piernas con fuerza.

Mi respiración se corta y miro a otro lado.

Siento una fuerte presión en mi pecho y en determinadas zonas que no debería.

Dale, yo te ayudo- vuelve a insistir y antes de hablar me mira con un color intenso en sus ojos-

Me doy por vencida y vuelvo a retomar los abdominales.

Por lo general mis abdominales son altas, pero tenerlo a metros de mi boca me causan ciertas cosas que no quiero sentir.

Hago las tres series de los abdominales y él me observa, me recorre varias veces con los ojos.

Trato de hacerlo con calma pero algo nerviosa.

Nunca sentí tanta intimidación con un hombre.

Leandro Paredes logra intimidarme, su mirada me perfora por dentro y es casi imposible negarlo.

Lamentablemente tiene actitudes que no me van, y su faceta controladora o obsesiva es algo que no es para nada atractivo. Es algo que me molesta y me produce rechazo y ni hablar que su fama de jugador.

Desde ese beso hace unas cuantas noches no dejo de pensar que quizás no debía lanzarme de esa forma, pero ya es tarde para lamentarme. Lo besé y en cierta parte quería hacerlo.

Rumors | Leandro Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora