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Liam.

Bien, esto es fácil.

Solo acércate, habla con ella, actúa natural, consigues lo necesario y te vas.

Me encuentro parado en una esquina de la universidad.

Y ahí está ella.

Sámara Smith.

Está hablando con unos chicos en el pasillo.

Bien, debo hacerlo.

Decido caminar hasta donde está ella para llevar al cabo mi plan, pero mi destino es interrumpido tras chocar con alguien.

Sentí que el cuerpo de la otra persona cayó al suelo bajé la mirada para ver con quién había chocado y...

Oh, no.

—Debe ser una jodida broma—dijo ella con una cara que grita: corre porque te cortaré lo que traes colgando entre las piernas.

Sonreí con inocencia, y le extendí mi mano para poder ayudarla a levantarse, ella apartó mi mano con brusquedad y se levantó ella sola.

A un lado de ella estaba un libro, supongo que es de ella.

Me incliné un poco y agarré el libro, lo alcé y visualicé la portada.

Cincuenta sombras de Grey.

Oh, vaya.

Alce la mirada hacia ella y me arrebató el libro de las manos un poco sonrojada.

—Si algún día necesitas un Grey, con gusto me ofrezco como tributo—dije en tono burlón.

—Si necesitará un Grey, ya lo tendría—me dijo volteando los ojos.

Ella pasó a un lado de mí y no sé por qué, pero decidí seguirla mientras caminaba en dirección a la biblioteca.

Dio unos paso más y luego se detuvo casi haciendo que choque con su espalda.

Volteó su cuerpo, y su rostro quedó muy cerca del mío, ella ladeó la cabeza y me miró alzando una ceja.

Mis ojos observaron los suyos, tiene unos muy lindos.

Ella aclaró la garganta y dijo:

—¿Necesita algo, Señor Grey?—dio un paso hacia atrás con la comisura derecha levemente alzada.

Iba a responder, pero un chico se hizo presente al lado de ella, la tomo por la cintura y le dio un beso en la mejilla.

—Hola, linda—le dijo el sujeto, ella volteó los ojos sin que el tipo se diera cuenta, se giró y le dio una sonrisa a labios cerrados.

—Hola—le respondió con simpleza.

—Te he buscado toda la tarde—le dijo entrelazando su mano con la de ella—¿Quién es él?—preguntó en referencia a mí.

—Oh, él es Liam—le dijo mirándome—Liam, Noah—está vez dijo para mí, refiriéndose al tipo que ahora sé que se llama Noah.

—Es un gusto soy el novio de Dyl—dijo mirándome con una sonrisa y luego miro a su novia—Tengo que ir a entrenar, te veo luego preciosa—dejo un beso sobre sus labios y caminó hasta la puerta que lleva al campus.

—¿Novio?—decidí preguntar frunciendo el ceño.

Esperen.

Qué es esto que estoy sintiendo.

¿Enojo?

—Ajá—respondió en un resoplido—¿Quieres ir a la cafetería por algo de tomar?—preguntó después de unos segundos.

Tan JodidosWhere stories live. Discover now