26

395 87 5
                                    

Dylan.

Lo miré una vez más antes de salir de su habitación.

Cerré la puerta detrás de mí con cuidado de no hacer ruido.

Caminé por el pasillo y bajé las escaleras sosteniéndome de la pared, aún estoy un poco mareada por el alcohol que ingerí hace un par de horas.

Al terminar de bajar las escaleras me dirigí al patio de la casa.

Necesito aire fresco.

Mis pensamientos son un lío.

Ya ni puedo leer con tranquilidad.

Abrí la puerta y una vez fuera caminé entre unos árboles que rodeaban la casa.

Por lo que tengo entendido y si mal no recuerdo la casa está rodeada de muros.

Pero sin embargo más allá del patio hay árboles.

En dónde justamente estoy caminando ahora.

Logro ver una pequeña grieta entre dos árboles y es el lugar perfecto para esconderme y sentarme a pensar.

Me agachó un poco para poder pasar y cuando logro entrar estoy frente a una pequeña fuente y hay un columpio de esos grandes de madera.

Importándome un culo de quien sea este lugar decidí ir al columpio.

Pero antes de dar más de dos pasos escuchó unos pasos provenir de no sé dónde.

Me recuesto sobre el arbusto que esconde esté lugar.

Voy a morir, seguramente es un asesino en serie.

O probablemente sea Poe o Damián buscando una presa.

Pero no estamos en tiempos de casería.

Hora de alarmarse.

Veo como el lugar por donde entre se mueve y cierro mis ojos.

Sea lo que sea que cruce por ahí le daré un putazo.

Abrí mis ojos y vi una sombra así que corrí y le propine un rodillazo en las pelotas.

O vagina, sea lo que sea.

Esa cosa soltó un sonido de dolor ahogado.

Y ahí caí en cuenta a quien le pegue en sus genitales.

-Mierda Eidan, no puedes aparecerte así de la nada siempre, acabé de dejarte sin herederos-le reproché.

-¿Dylan? ¿Eres tú?-preguntó aún con sus manos en su cosa.

-Eh sí.

-¿Acaso estás loca? ¿Que rayos haces aquí? ¿Y por qué mierda acabaste de hacer eso?-preguntó nuevamente frunciendo el seño.

-¿Qué rayos hago aquí? ¿Qué rayos haces tú?

-Vine a dar un paseo-dijo.

-¡Pues yo igual!

Suspiré y extendí mi mano en su dirección.

Él la tomó aún con una mueca de dolor.

-Lamento mucho eso, ahora por qué mierda te encuentro otra vez en uno de los peores momentos de mi sagrada existencia.

Tomó una bocanada de aire y luego me miró con una ceja alzada.

-Yo sólo pasaba por aquí.

-Vaya, ¿Telepatía?-dije cruzándome de brazos.

-Puede ser-respondió-A ver pensemos algo en este momento y luego contamos hasta tres y lo decimos al mismo tiempo ¿Va?

-Va.

Tan JodidosWhere stories live. Discover now