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–Todo es una mierda–expresé en un tono alto y luego miré a Dylan que estaba en la cama comiendo gomitas con una sonrisa.

¿Ahora qué mosca le picó?

¿Dylan sonriendo así?

¡Ja! Primero me cortaba una teta y ella haría eso.

Pero todo cambió cuando llegué después de qué Agustín me preguntará sí estaba bien por segunda vez, y al responderle que sí y darle las gracias por traerme de vuelta, se marchó.

Y al ingresar a mi habitación, ¿Qué me encuentro? A esta niña riendo como si no hubiese un mañana.

–¿Acaso vas a morir mañana y por eso sonríes así?–le pregunté. Soltó una carcajada dándome el paquete de gomitas, saqué una y la llevé a mi boca.

–Sabes lo que necesitas tú mi querida amiga–la miré para qué continuará–Unos buenos tragos–dijo.

–Sabes bien que no me gusta beber alcohol, ¿Recuerdas lo que pasó la última vez?–le dije recordando la vez qué golpeé a una estatua.

–Sí, pero está vez no será así, esta vez me quedaré contigo toda la noche y me aseguraré de que no, dale Anne, creo que ambas necesitamos eso–insistió usando el encanto Dylan.

Mal por los que caíamos en su encanto.

–Está bien, iremos–dije.

Ella sonrió y se levantó para ir al baño a tomar una ducha.

Me levanté de la cama y caminé hacía mi armario para buscar qué ponerme.

Abrí las puertas del armario dejando ver todo tipo de vestidos, conjuntos Aesthetic y muchos outfits.

A pesar de que amo la ropa holgada y es mi tipo de ropa favorita, aveces también me gusta usar uno que otros estilos de ropas.

Bien, la cosa aquí es...

¿Qué carajos me pongo? Creo que usaré un vestido.

Mis manos desplazaron algunas opciones de vestidos, hasta que mis ojos dieron con el que llamo mi atención.

Un lindo vestido color lavanda de seda corto, con un corte grande en forma de v en la parte del pecho.

Tomé el vestido y cerré el armario, coloqué el vestido encima de mi cama y espere que Dylan salga del baño para poder darme una ducha.

Al cabo de cinco minutos salió Dyl con una toalla en su cintura y una en su cabello.

–Buena elección, en ese vestido te verás como toda una diva–dijo observando el vestido que elegí.

Sonreí y entre al baño.

Creo que hoy será una noche muy larga.

****

–¡Otro! ¡Otro!–gritaban las personas a mi alrededor, alentándome a tomar mi segunda ronda de shots de tequila.

Agarré el último vaso y lo bebí de un solo, las personas gritaron con euforia al ver que bebí todos los vasos.

–¡Eso es hermana!–gritó Dylan soltando una carcajada.

Luego las personas que estaban aquí en una ronda, se habían esparcido a la pista de baile.

Mi cabeza daba vueltas, tal vez no fue una buena idea beber dos ronda de shots de tequila.

–¿Vamos a bailar?–preguntó Dylan con una de sus típicas sonrisas.

Tan JodidosWhere stories live. Discover now