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-De ninguna manera-expresó Dylan cruzada de brazos.

-¿Por qué quieres dormir en el sofá cuando hay como diez habitaciones en esta casa?-expreso Eidan cruzado de brazos.

-Porque ya es suficiente dejarnos dormir aquí-le dijo ella mirándome a mí en busca de ayuda.

Un bostezo salió de mi boca y todavía me dolía la mejilla como para discutir si dormir en el sofá o en una cama, estaba cansada, y mis ojos querían dormir.

Eidan iba a protestar cuando un desconcertado Liam entro a la sala sin camisa, nos miró a todos con el ceño fruncido.

-¿Hola?-dijo con una sonrisa-Que sorpresa verlas por acá.

Lo saludé con una sonrisa de regreso.

-Dormirás en una habitación por las buenas o yo mismo te llevaré ahí-protestó Eidan.

-Pero-quiso seguir protestando.

-Yo me encargaré de ella-dijo Liam, Eidan asintió y me tomó de la mano para subir por las escaleras.

-Necesitas una ducha-dijo entrando a una habitación y llevándome directo al baño.

-Voy por un hielo, vuelvo enseguida ¿De acuerdo?-mencionó antes de salir del baño.

Saqué mi vestido como pude, ya que todavía tenía alcohol en mi cerebro y me dolía la mejilla.

Me metí a la ducha, el agua caliente recorrió mi cuerpo dándole una sensación agradable.

Tardé unos minutos en salir del baño con una toalla en mi cuerpo, Eidan estaba sentado en la orilla de la cama y alzo su vista a mí cuando abrí la puerta.

-Te traje ropa, te quedará un poco grande, pero podrás dormir cómoda-se levantó y entró al baño, aproveché ese momento para ponerme la ropa, salió de baño y en sus manos traía un botiquín.

Me senté en la cama y él se sentó a mi lado sacó del botiquín lo que parecía ser alcohol, pasó un trozo de algodón empapado de alcohol por mi mejilla, solté un quejido de dolor al sentir como el líquido hacia que mi mejilla ardiera.

¿Por qué estás siendo amable conmigo Eidan?

Se veía tan concentrado pasando el algodón por mi mejilla y mis ojos viajaron a sus labios.

Quiero que me beses...

Puso una curita en la pequeña rasgada que tenía, y se levantó, me acosté sobre la cama lista para dormir.

-¿Eidan?-lo llamé.

-¿Si?-preguntó mientras dejaba el botiquín en una mesita de luz.

-Gracias-susurré antes de cerrar mis ojos.

-Descansa Annelise-dijo y sentí un beso en mi frente.

***

Resaca.

Odiosa resaca.

Mi cabeza va a explotar.

Oh Dios mío ¿Cuánto bebí anoche? Y ¿Dónde demonios estoy?

Me senté cuidadosamente observando el lugar en el que me encontraba.

Está no era la habitación del internado...

Ni ningún lugar que yo conozca.

Bien, respira...

Trata de recordar lo que pasó...

Shots.

Baile.

Más alcohol.

Tan JodidosWhere stories live. Discover now