Al ingresar al baile las luces de colores se hicieron presentes, tuve que pestañear varias veces para acostumbrarme.
Perdí de vista a los chicos entre la multitud que estaban bailando.
Miré en varias direcciones tratando de buscar a uno, pero no encontré a nadie.
Bueee ¿Ya fue no?
Miré unas sillas apartadas a los lejos y como la pesimista que soy decidí dirigirme a ellas, sentarme y ver a los demás.
Pero antes de llegar a ellas tendría que pasar sobre la multitud de cuerpos sudorosos por el baile.
¿Será que podré sobrevivir hasta llegar al otro lado?
O...
¿Moriré en el intento?
Dicen que si no arriesgas nada consigues.
Lo dijo una persona que ahora está tres metros bajo tierra.
Bien, aquí vamos.
Me encaminé hasta dichas sillas.
Por suerte todo iba bien hasta ahora, nadie me había chocado, nadie había tirado su bebida en mi vestido y nadie...
-¿A dónde vas?-preguntó una voz demasiado conocida.
Casi llegabas...
Sentí sus manos rodear mi cintura.
-¿Quieres bailar Annelise?
Voltee y vi su rostro iluminado por las luces.
Asentí.
Comenzó a moverse y yo le seguí, la canción era lenta dándole un toque de sensualidad a la situación.
Volvió a presionar sus manos en mi cintura mientras que yo llevaba las mías a su cuello.
Mis ojos se conectaron con los suyos al instante en el que alce mi vista.
-¿La has encontrado?-pregunté.
-Aún no-dijo y noté como su semblante sereno cambió.
-¿Quieres hablar sobre eso?
Asintió mientras tomaba mi mano y caminamos fuera del baile.
Llegamos a los pasillos y nos dirigimos hacía el campus.
Al llegar a la gran cancha en dónde jugaban fútbol americano nos sentamos en el césped.
Pasaron unos minutos en los que permanecimos en silencio, admirando el cielo lleno de estrellas.
Su mano seguía entrelazada con la mía.
Y una sensación de nostalgia me golpeó de repente.
Es como si ya hubiésemos estado así antes.
Pero no lograba recordarlo.
-A pasado ya casi un mes y medio desde que llegamos aquí-comenzó a decir-Liam me ha ayudado en conseguir lo necesario para las pruebas de ADN sobre las chicas que podrían ser ella, aún falta unas pero... ¿Qué pasa si no logró encontrarla? ¿Y si algo malo le pasó? Y sí...
Se quedó en silencio por unos minutos hasta que me miró y dio un largo suspiro.
-Annelise necesito encontrarla.
-Lo harás-le dije con una pequeña sonrisa.
-Eso espero.
Nos quedamos en silencio otra vez, su mirada perdida en el cielo, la luz se reflejaba en sus ojitos haciendo que se vean más bonitos.
