21

396 107 1
                                    

Veo copos de nieve caer por mi ventana lentamente.

Ha comenzado a nevar y eso solo significa dos cosas.

Se acercaba navidad y el día que más detesto en el año.

Mi cumpleaños.

¡Falta una semana!

El cumpleaños número diecinueve.

Diecinueve...

Diecinueve años de vida, con personas a mi alrededor que hacen que valgan la pena vivirlos y que cada jodido día sea una aventura más.

Estos años llenos de puros momentos mágicos.

Y si lo pienso bien...

No sé en qué momento mi vida dio un giro tan inesperado.

Han cambiado tantas cosas en los últimos meses que no sé si todo es... Uno más de mis sueños.

Pero la verdad de todo es que esto es la cruda realidad.

Realidad.

Una sonrisa triste tira de mis labios al estirar la mano y un copo de nieve caer en esta.

Esta noche comenzó a nevar y según el pronóstico del tiempo para mañana todo el país estará cubierto de nieve.

Estoy muy emocionada.

Cómo saben me encanta el clima frío, el invierno es una de mis etapas favoritas en el año.

Y sobre todo por qué está navidad la pasaré con Eidan.

Han pasado dos días desde el baile.

Dos días que descubrí que Eidan era aquel niño de ojitos tristes.

Unos bonitos ojitos tristes.

Quisiera poder leer a Eidan tal como él puede hacerlo conmigo.

Salgo de mis pensamientos al oír como Dylan tarareaba una canción.

Una de sus manos estaba en un puño simulando un micrófono.

Reí mientras la observé.

-And I was like
Baby, baby, baby, ooh
Like baby, baby, baby, no
Like baby, baby, baby, ooh
Thought you'd always be mine, mine-cantó en mi dirección.

Reconocí la canción al instante, reconocería la voz de Justin Bieber donde sea.

Le seguí la canción mientras hacía un micrófono en mi mano.

Baby, baby, baby, ooh
Like baby, baby, baby, no
Like baby, baby, baby, ooh
I thought you'd always be mine

Me acerqué a ella y al unísono cantamos el coro.

Cuando la canción terminó nos tumbamos en el suelo riendo a carcajadas.

Eran momentos como esté los que llenaban mi vida, eran momentos como esté que quería recordar para toda la vida.

Para toda la vida.

Dylan seguía riendo.

La observé, una sonrisa tiró de mis labios.

-Vamos Annelise, debes superar tus miedos-dijo Dylan ubicando un saco de boxeo frente a mí.

-No creo que la violencia sea adecuada-respondí acomodando mis guantes.

-No sería violencia, sería defenderte.

Asentí mientras golpeaba el saco de boxeo tan fuerte como mis brazos me lo permitieron.

Tan JodidosWhere stories live. Discover now