XXXV

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Cai Xu Kun.

— Kun, — La tía Maylin tocó mi hombro, trayéndome de regreso a la realidad. —¿Dónde esta Jennie, querido?

Que buena pregunta, yo no tengo ni puta idea de en donde se metió. No me sorprendería que estuviera tras JungKook, corriendo o llorando, rogándole que regresen. Ni siquiera guarda un poco de dignidad por si misma y respeto por esta fiesta, después de todo, se casara conmigo o eso se supone.

Esbocé una sonrisa y mire a la tía. — Esta en el baño, — Dije, me levante y tome mi teléfono. — iré a buscarla. —Avise. 

— Dense prisa, pronto será el brindis y eso no se puede estropear, Kun. — Sentí el tono severo, ella, mamá y la tía estaban por echar humo por sus narices. Mark y  Ye-ri hicieron de este compromiso un circo. 

— ¿En donde esta la supuesta prometida? — Preguntó irritada la tía Wang. — Solo falta que se haya ido para que estemos hechos, — Comentó tomando la copa de vino de la mesa. — no me sorprendería en lo absoluto.

— ¡No digas eso, tía! — Exclamó mi madre con los nervios de punta. Era ella quien más afectada estaba, si se enteraba que Jennie no estaba su corazón se rompería y eso jamás se lo perdonaría a ella. — Es suficiente con lo que hemos tenido para que digas esas cosas. — Sus ojos se aguaron, mi padre, con su expresión impasible le tendió un pañuelo.

— Kun, solo ve en busca de tu novia. — Recomendó papá, asentí emprendiendo camino.

Alejado de todos los invitados, las mesas e incluso camareros, saque mi teléfono y la llame. Luego de cuatro intentos, Jennie por fin accedió a contestar.

— ¿En donde te metiste? — Susurré entre dientes, enfadado. Puedo entender y no importarme que me deje plantado, pero a mi familia no. Hicimos todo este circo, porque fue ella quien consideró que era el momento del otro paso y ahora solo se desaparece y me dejaba cargando todo a mi solo. Pasaban los segundos y ella no decía nada. — ¡Que carajos, Jennie! ¿Qué mierda te sucede? — Jennie no decía nada, solo la escuchaba sorber su nariz.

— Kun, — Murmuró, volvió a sorber. ¿Estaba llorando? — JungKook, — Rodé los ojos al solo escuchar su nombre, ¿era en serio? ¿Desapareció solo por JungKook? — él me ha dejado. — Finalizó rompiéndose a llorar.

Resoplé mirando las estrellas en el cielo. 

— Tu eres un desastre definitivamente. — Le dije. — Lo dejaste en su peor momento y aun así esperas que él te quiera de regreso. Eres una sinvergüenza y una estúpida. 

— ¿Q-qué? — Trastabilló. 

— No solo perdiste a JungKook, Jennie, también me perdiste a mi. — Dije de forma firme. — Olvídate de los millones que ganaríamos con este matrimonio, después de todo, sin mi familia yo sigo teniendo más dinero que tú. Yo no pierdo nada. 

Escuche como aclaraba su garganta. — ¿Qué quieres decir? ¿No hablas en serio? — Sollozó. — No puedes hacerme esto.

— ¿Qué no puedo? — Me reí. — ¿Quieres comprobarlo?

— Xu Kun, hemos preparado esto por meses, no puedes estar hablando en serio. — El tono de su voz se aclaró aunque tambaleaba, rogando. — Estaré en la fiesta en 20 minutos, solo espérame y lo arreglaremos.

— ¿Arreglaremos? — Cuestione socarrón. — ¿Qué es lo que hay que arreglar? Te he dicho que terminamos, le diré a mis padres y a los tuyos. Esto se cancela.

— ¡Kun, deja de bromear! ¡Estoy a punto de tener un colapso, deja de jugar! 

— Tu eres la única que juega, Jennie. — Modere el volumen de mi voz para no gritarle. — Dime, ¿Qué hacías con JungKook? ¿Para que lo buscaste, eh? — Mutismo absoluto. — ¡Dime! — Grite. Jennie comenzó a llorar a través de la línea. Bufé. — Sé que ibas a dejarme si él te lo proponía, pero no contabas con que él ya no te amara, ¿No es así? — Negué al no obtener respuesta. — Ya no te ama, ¿cierto? — Me reí. —¡Dios! ¡Que chica tan ingenua! ¿Sabes? Si hay algo que admire de JungKook, siempre será esa capacidad que tiene para pasar la página incluso cuando él no cree que podrá. Que lastima que tu no contaste con eso.

Nuestro acuerdo » liskookWhere stories live. Discover now