XXIII

3.3K 321 258
                                    

Jeon JungKook.

Me levante restregando mis ojos, no debí beber esa botella de whiskey escocés, muy bueno en el momento, pero pésimo al día siguiente. Siento el amargo en mi boca. Pase una mano por la cama, estaba vacía. ¿Lisa se fue o soñé que ella estuvo aquí?

Abrí mis ojos por completo, pestañeando varias veces tratando de enfocar correctamente. Solo estaba yo, mas nadie aparte de mi. Fui a tomar una ducha y despejarme un poco

— Buen día, señor. — La señora Shin, quien me cuida desde que tengo 5 años me saludo sirviendo el desayuno, me senté en la mesa mirando cada plato que ponía frente a mi. 

—Buen día, señora Shin. 

Tome un largo sorbo de jugo de naranja. No tenía resaca, pero mi garganta estaba pidiendo a gritos algo de líquido.

— ¿Cómo estuvo su noche? —Me preguntó, deje el vaso en la mesa y lo pensé un poco. Creo que lo definiría como extraño.

— Dormí bien, ¿cómo estuvo tu noche, señora Shin? — Respondí, agregando una pregunta. — Ayer era tu día libre, ¿no?

Ella asintió sonriendo, con un tenedor tome un poco de fruta y me la metí a la boca.

— Estuvo bien, escuche que regresaste ebrio. —Comentó, sentí su indirecto regaño. — Una chica esta mañana desayuno aquí, espero que no te moleste. — La mire enseguida. No había sido un sueño entonces. 

— ¿Una chica? — Cuestioné hundiendo el entrecejo. — ¿Cabello negro? 

—Sí, bastante simpática. —Dijo ella, seguí comiendo esperando que dijera algo más y no lo hizo.

Decidí rendirme en el tema e irme a trabajar, tenía un par de juntas y un almuerzo de negocios, aparte de las construcciones para los Park, nos estamos centrando en un proyecto más grande, que es la construcción de la siguiente sede en Hong Kong y Singapur de la compañía electrónica  de Jae Hyun y su familia. 

Es un proyecto grande que acarrea demasiado tiempo, dinero, inversiones, reuniones y necesito focalizarme bien en el. Tengo grandes ideas y quiero llevarla a cabo con ellos.

En mi oficina me dispuse a hacer todo con tiempo, revisando propuestas, agregando más citas a mi agenda de trabajo y más. 

— ¡Vamos, hyung, ayudame esta vez! — No puedo creer que tenga 20 años y aun siga pataleando como si tuviera 4 años.

— Huening Kai, sabes que soy un hombre ocupado y solo vienes a molestar. —Le dije cerrando la carpeta que termina de leer, el equipo de arquitectura va a tener que mejorar si quieren que los apruebe y los deje trabajar en esta empresa. Resople. 

—Hyung, solo esta vez. — Volvió a suplicar juntando sus manos, entorné los ojos. — Sabes que si me aceptas papá me dejara en paz. — No veo el dilema, su padre solo quiere que él empiece sus prácticas en la empresa desde un puesto bajo para que comience a escalar y saber de todo un poco en cada área. — Permíteme iniciar las practicas contigo, por favor. 

Abrí otra carpeta en el computador. — No lo sé, Kai, sabes que no soy un ángel al trabajar y puede, en la mayoría de los casos, que te trate como la mierda, así que no sé si tu delicada alma lo pueda soportar. 

— ¡Hyung, ¿me estas llamando mocoso llorón?! — Se quejo, me encogí de hombros. 

—Estás armando un drama porque tu padre te quiere mandar a ser un asistente, eso dice mucho de ti. 

Kai se cruzó de brazos, las aletas de su nariz se inflaban de la ira. —Estas manos no nacieron para llevarle café a los demás. —Rodé los ojos, me dispuse a leer el documento en mi computador.

Nuestro acuerdo » liskookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora