IV

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Lisa Manoban.

Después de hablar con JungKook, el se marcho. Quedamos en vernos mañana por la mañana para firmar el contrato. Dijo que lo haría hoy en la tarde. Incluso me dio su tarjeta de presentación. No mintió cuando dijo que era el hijo del dueño de constructoras Jeon.

Por lo que sé de esa empresa es que son muy ricos, con acciones en las mayores corporaciones de Asia y que llevan más de 30 años en el medio. 

Cuando regrese a casa, decidí darme una siesta. Mi cuerpo estuvo pidiéndolo durante toda la mañana, al poner mi cabeza en la almohada y cerrar mis ojos perdí noción de todo.  Al despertar eran las 6:35 de la tarde, ¡Dios! Me quede dormida al parecer unas 5 horas. 

Gruño en voz alta y me levanto. Mi estómago está rugiendo, no he comido nada aparte del yogur y cereal  que tome esta mañana.

Al abrir la pequeña nevera solo puedo ver pan tajado y lo que queda de un tarro de mermelada, con un poco de yogur. Desde que pague lo servicios la semana pasada no he podido hacer un mercado más o menos decente. En ocasiones, si pago la luz no puedo comprar ciertas cosas para alimento, y si compro alimentos no puedo pagar la luz o el agua. 

Tomo un vaso de plástico y me sirvo el último poquito de yogur, saco el pan y el tarro de mermelada. Unto el pan con la mermelada y es un sabor delicioso en mi paladar. 

Me como los cuatro panes tajados que quedaban en la bolsa con lo poco que sobraba de mermelada, boto la bolsa en la que estaba el alimento, el tarro de mermelada y el tarro de yogur. Solo tengo cereal ahora. 

Por la noche de hoy, tendré que bailar en el club, aunque no es algo que quiera. No confío del todo en Jeon JungKook, por lo cual hasta no firmar el contrato no dejaré, lastimosamente, de trabajar en ese horrendo lugar. Y tambien necesito el dinero que pueda cobrar esta noche, con el que gane ayer no será suficiente si quiero pagar el alquiler de este mes y comprar medianamente cosas para comer.

Tomo un baño refrescando cada parte de mi cuerpo, al salir el frío de la noche que está empezando a caer me hace temblar. Mis labios tiemblan, así que me secó rápido. Agarro un pantalón negro, que desde hace unos meses atrás ha empezado a quedarme un poco holgado y abrigo gris ancho y mi bufanda de color vinotinto. 

Frente al pequeño espejo en forma de círculo limpio bien mi rostro, solo aplico un poco de lipstick en mis labios para que estos se hidraten. El frío puede romperlos.

Me termino de alistar, emprendo camino hasta la parada de bus y tomar el que me lleve al sitio en el cual está situado el club. En la parada de bus no tengo que esperar demasiado, seis paradas más y llegó al lugar. Caminando hasta el establecimiento mis piernas me duelen, entró por la puerta de atrás y el olor a soju y whiskey me recibe, el lugar está un poco oscuro con muchas luces de colores. 

Saludo al barman con una media sonrisa y sigo el camino hasta el vestuario, al entrar veo a Min Su, esta llorando con el rostro agachado, miro a mi alrededor y solo estamos ella y yo. Junto mis cejas.

— Min Su, — La llamó, ella alza su rostro. Tiene la cara roja, el delineador que antes estaba bajo sus ojos ahora está todo regado. Sus ojos me ven con sorpresa. — ¿Estas bien? 

En este oscuro lugar debo verme como el meme de Mike Wazowski donde dice: Tas bien?

Ella se levanta como un toro listo para atacar, se acerca a mí con pasos pesados. Yo empiezo a retroceder.

— De verdad, no quiero ser entrometida, solo... — Ella no me deja hablar, solo posa sus manos sobre mis hombros. Mi corazón está acelerado, tengo miedo de que ella me ataque. Ella con facilidad puede derribarme y darme tres vueltas.

Nuestro acuerdo » liskookWhere stories live. Discover now