XXVIII

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Lisa Manoban.

Deje a los invitados con la señora Wang dentro de la casa charlando, mientras yo permanecía en la entrada procesando la notica. ¿Casarse? ¿Tan de la nada? ¿De donde venia eso?

— ¿Cómo va la velada? — Mark me preguntó con otro traje, uno de color azul. Tenia los primeros  botones de su camisa blanca desatados dejando ver parte de su clavícula y pecho. 

Cruce mis brazos por el frio. — Tu intención era que te sacaran de ahí, ¿no? 

El sonrío ampliamente. — ¡Culpable! — Respondió jugueteando con las llaves de su auto entre sus dedos. — ¿Quieres que te acerque a casa? 

Negué. — No, esta bien. Gracias. —Mark asintió y fue en busca de su deportivo rojo. Cuando su auto salía, otro entraba. JungKook. 

¡Dios! Que no se vean, que no se vean, que no se vean...

Ambos autos siguieron sus caminos sin notar al otro por lo que vi, por un segundo creí estar viendo como ambos salían de sus autos para golpearse, pero no sucedió nada de eso por suerte.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunté cuando JungKook se estacionó frente a mi. 

— Modales, Lalisa, modales. — Canturreo saliendo del auto. Bufé, él era igual. —Te dije que vendría por ti. 

— Y yo te dije que no lo hicieras. — Le recordé dando media vuelta para entrar a la casa. 

— ¿Otra vez jugaremos al gato y al ratón? — Cuestionó con aburrición. — Yo te persigo y tu huyes, ¿esa es tu forma de llamar mi atención? 

— No eres el sol de mi mundo, JungKook. Ya deberías saberlo, — Conteste antes de entrar a la casa. — y por cierto, ¿crees que trato de llamar tu atención? Creo que es al revés.

— Te caliento más que el sol de verano, admítelo.

— La confianza que te tienes a ti mismo es grande, JungKook. 

Él sonrío y ¡Demonios, si que es guapo! ¡Muy guapo! Como algo extraño, lejos de verse engreído, estaba siendo divertido y gracioso. 

Idiota JungKook.

Entre a casa para buscar mis cosas, entre en silencio. Le avise a la señora Jung que ya me marchaba para que hubieran empleadas cerca a la familia y atenderlos.

Cerca a la puerta principal, Xu Kun apareció en mi campo de vista.

— Lisa, — Me llamo bastante suave y nada demandante, como generalmente lo hacia. — únete a la cena, para que ayudes a la tía.

Acomode la tira de mi bolso, estaba resbalándose de mi hombro. — No podré, ya es mi horario de salida y JungKook esta esperándome afuera, — Sus ojos por inercia se dirigieron a la puerta, su mirada cambio. — la señora Jung se encargara de todo, no hay de que preocuparse.

— Que tengas buena noche. — Dijo y regreso con su familia. 

Rarísimo. ¿Xu Kun, estas drogándote?

JungKook me esperaba dentro de su auto, entre y viajamos en silencio. 

— Daremos un paseo. 

No replique, un paseo suena bien. JungKook condujo por un largo rato hasta que llegamos a una zona algo alejada, pero en la cual la vista de la ciudad era magnifica. Nunca había visto algo como esto.

— ¿Vas a matarme? — Le pregunté mirando la hermosa vista de la ciudad, llena de luz con un cielo estrellado y noche helada. — Este es un buen lugar para ocultar cadáveres, JungKook. 

Nuestro acuerdo » liskookWhere stories live. Discover now