XXXI

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Jeon JungKook.

Sé que Lalisa esta enojada, con justa razón. No tengo excusas, pero no quiero que se retire de esto, aunque lo dudo mucho, conozco su situación económica y sé que fue por eso que acepto trabajar conmigo y por lo mismo no me dejara. Tengo la certeza de que no lo hará.

El brillo de enojo en sus ojos me hace querer tomar todo con calma y ser sigiloso en lo que haré y diré de ahora en adelante. Lalisa ya no es tan indiferente de lo que su alrededor pasa y dar un paso en falso con ella puede ser muy peligroso. Hace mucho he notado que ella no es tan sencilla de manejar y para nada estúpida, como al inicio creí que lo sería, por lo tanto nunca pensé en tener que contarle lo de Xu Kun.

Xu Kun era algo tímido e intimidante en la escuela, sus padres se mudaron a Corea cuando el tenia solo 6 años, viajaban constantemente, su madre un tiempo fue su tía Maylin y una niñera, su coreano no era muy bueno, los chicos en la escuela lo molestaban mucho por eso. Los niños pequeños pueden ser muy crueles si no se les educa correctamente. Quién lo trajo a nuestro grupo de amigos fue Ye-ri, eran compañeros de clase, ya que Xu Kun estaba atrasado un año. 

Recuerdo que él no hablaba en lo absoluto, se ponía muy ansioso al tan solo decir "presente" cuando llamaban a lista, lo curioso era que a pesar de no hablar mucho y ser tan cohibido, el chico era un pequeño genio, tanto como para ser pasado a mi curso. Tocaba instrumentos, en los deportes destacaba y sus notas eran un reflejo de sus grandes capacidades cognitivas.

Al tiempo, fuimos haciéndonos cercanos, mis amigos se hicieron sus amigos, su familia era amable conmigo, la mía lo era con él. Fue fácil hacernos amigos, teníamos gustos parecidos, Xu Kun me admiraba, no sé porqué, pero lo hacía y en cierta forma era halagador. Él creía cualquier cosa que yo le dijera, se dejaba arrastrar por mi de manera simple, pasábamos mucho tiempo juntos, él era un gran chico. Así que a medida que él se acercaba a nosotros, la timidez se fue disipando. 

La cosa fue que al entrar a los 18 todos fuimos tomando caminos, decidir que estudiar, relaciones amorosas serias, en mi caso Jennie, y todo esto, pero él no parecía interesado en ello, casi pensé que era gay y tenia sentimientos por mí, pero lo deseche cuando el destello en sus opacos ojos se encendieron al ver a la hermana de Nichkhun, Lalisa.

Ella lo deslumbró sin hacer nada, literalmente, fue un fuerte flechazo. Nunca en mi vida lo había visto tan interesado en algo que no fueran caballos, nadar o tocar instrumentos. No había creído en el amor a primera vista hasta que vi la manera en la que él se intereso por esa castaña con flequillo y dulce sonrisa. 

Al tiempo me entere que él estaba revisando en sus perfiles de Facebook e Instagram algo sobre ella, sus cuentas eran privadas por lo que no pudo encontrar mucho, pero como termino siguiéndola, eso no lo supe, solo me enteré.

Los chicos y yo lo animamos a que le hablara, le dijimos que podía escribirle en uno de sus perfiles y fácilmente acercarse a ella, como todos los jóvenes hacíamos cuando queríamos conocer a alguien, pero rápidamente la timidez regreso y él prácticamente se rehusó a hacerlo, dijo que sería raro, pero, ¿Hey, tomarle fotos no?

No lo comprendía, aun así, lo deje pasar. Era su asunto, no el mío. No me enorgullece, pero no me pesa en la espalda como Lalisa cree que debería. 

— Mis dos pupilos estrellas. — Nichkhun dijo con exagerada alegría, tomo una calada del puro entre sus dedos y nos sonrío. Evite rodar los ojos, frente a él estaba sentado Xu Kun, moviendo su pie impaciente. ¿Para qué nos cito a los dos? — ¿Cómo estan, chicos? — Preguntó, sonando interesado, como lo hacía cuando nosotros dos estábamos en la escuela. 

Tome el reloj de arena en uno de sus escritorios y comencé a jugar con el, esperando que él revelara sus reales intenciones.

— Solo habla rápido, tengo una reunión y el tiempo no esta para perder. — Xu Kun hablo, levantándose de la silla. Alguien estaba de mal humor

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