XXXII

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Lisa Manoban.

Meneando la copa de vino en mi mano izquierda recuerdo las palabras de Mark esta tarde, se mostró un tanto inquieto y demasiado sospechoso, cayendo en cuenta que había dicho cosas que tal vez no debió.

— ¿Qué quieres decir? ¿A que te refieres, Mark? — Le pregunté, él se levanto, pero antes de que diera otro paso sujete el dorso de su mano con fuerza, impidiendo que se marchara. — Somos amigos, ¿No? 

Mark no me dedicó ni media sonrisa o una escaza mirada, al contrario, parecía estar ignorándome. Movió su mano tratando de zafar la mía, apreté mi agarre en él y se lo impedí.

— No somos amigos, Lisa. — Declaró. — No podemos serlo. — Me levante y plante frente a él, sus palabras no me importaban. Si no me consideraba su amiga, no tengo problema, a este punto, no creo que JungKook, Xu Kun o él y yo podamos tener una relación sana. 

— ¿Por qué no? — Cuestione y lo solté. — Si no crees que podamos ser amigos, esta bien, no te rogaré. — Le dije. — Pero, ¿Qué significa eso de "mantenerme alejada de ustedes"? ¿Qué son? ¿La mafia italiana? ¿La yakuza? 

Mark soltó un sonido entre dientes. —No vives en una serie de Netflix, Lisa, no seas tan creída. —Rodé los ojos y cruce los brazos.

— No bromeo, Mark.  Volveré a preguntar: ¿A que te refieres? — Insistí, las palabras salieron de mi boca tan acentuadas que parecía que hablara entre dientes. —¿Quiénes, además, de JungKook, Xu Kun y tú son "nosotros"?  

—Solo aléjate y vete lejos, Lisa. — Dijo. — Mantente como antes. 

¿Cómo antes? ¿Cómo se supone que vivía antes? ¿Trabajando en un club? ¿En la decadencia económica? 

— ¿Antes? — Repetí. — ¿Tu sabes como vivía antes, Mark? —Algo dentro de él pareció brillar, cello sus labios y esa imagen fría e intimidante en él se posiciono en su rostro y convirtió su expresión en un candado cerrado. 

—Solo te diré una cosa más, — Resopló y su mirada traspaso mi cuerpo completamente. — sé que no terminaste aquí de forma tan casual como parece, —Apreté mis puños, controlando cualquier emoción que me delatará. — sin embargo, ese no es el tema. Lo que quiero decir es, si en algún momento has pensado que Kun y su supuesta mala relación con JungKook es tu problema, deberías mirar más allá. Eso es lo de menos, en realidad. 

¿Más allá? ¿Qué quería? ¿Qué mirara la muerte? 

Mark paso por mi lado y se marchó, esto parecía un crucigrama, no era normal. ¡Qué carajos! ¡No entiendo nada! Como detesto estos juegos mentales.

Al finalizar esa extraña y confusa charla, que en vez de darme respuestas, solo me dio mas dolores de cabeza, Maylin clamó mi  nombre como si fuera sagrado para que le ayudara, después de todo, al día siguiente se celebraría la fiesta de compromiso de Kim Jennie y Cai Xu Kun. En esta ocasión, la familia Cai no hizo parte de la organización del evento, por lo que entiendo, la familia Kim se encargaría de ello. Tenia sentido, Kim Jennie era quien se casaría, ella debía organizar su evento como quisiera. 

Un nuevo capitulo de CSI: Miami da comienzo, despejo mis pensamientos y me centro en la televisión, ojala fuese tan buena como un detective y descubrir todo este enredo para salir rápido de esto.  

Al poco rato me quedo dormida. A la mañana siguiente, al levantarme y revisar el teléfono encuentro casi 10 mensajes que provienen de Tailandia en los cuales todos los pagos que he hecho alrededor de este año son devueltos, mis ojos adormilados se abren de par en par y casi de inmediato estoy devolviendo la llamada para conocer el porqué de esto. Jamás me había sucedido algo así, ellos nunca devolvían el dinero, lo que si hacían era atosigarme con los pagos llamando cada dos semanas entre 3 y 5 veces al día.

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