Nuestro acuerdo » liskook

XXXVIII

Lisa Manoban.

— ¿Quisieras tener hijos? — Junte mi entrecejo, ¿De donde había salido eso?

— ¿Qué clase de pregunta es esa? — Inquirí. — ¿Por qué quieres saber? — Curiosee, JungKook me pedía que durmiera, pero él no dejaba de hablar y mirarme. Tenía mis brazos cruzados y mis ojos cerrados, a pesar del frio que nos proporcionaba el aire acondicionado, podía sentir el calor de su cuerpo. Sus antebrazos rozaban mis brazos cruzados.

— No lo sé. — Admitió. — Creo que solo quiero fisgonear tus planes a futuro. — Bufé.

Lo pensé durante unos segundos, a decir verdad, nunca he considerado demasiado aquello. Como muchas niñas jugaba con un muñeco y pretendía ser su madre, lo alimentaba, cuidaba y me fascinaba probarle atuendos, pero en mi adolescencia no lo pensé demasiado.

— ¿Y como sabes que tener hijos es uno de mis planes a futuro? — Repliqué. —  No creas que todos somos tan predecibles. 

— Entonces, ¿no quieres tener hijos? 

— Esa clase de pregunta me hace pensar muchas cosas, JungKook, — Manifesté, esperando a que lo notara. — ¿Por qué  te interesa fisgonear en mi futuro? 

Él se mantuvo en silencio un rato, ¿Se habría cansado de la conversación? Quizás ahora si podríamos dormir.

— Solo quiero conocer tus planes a futuro. — Repitió en un suspiro cansado.

¿Por qué? ¿Qué le picó a JungKook ahora?

— No tengo planes a futuro por ahora, solo quiero pagar mi deuda, cumplir con nuestro acuerdo y comenzar una nueva vida. Lo que venga en adelante es un misterio para mi, solo espero que sea mejor de lo que tengo ahora. — Abrí mis ojos. — ¿Y tu? ¿Quieres tener hijos, JungKook? 

Él sonrió a medias. — Claro que sí, ¿Imaginas lo genial que sería tener a un mini yo? — Hice una mueca, ¿Un mini él? Eso provocaría una tercera guerra mundial, ¿Una personita con el mismo nivel de amor propio, egocentrismo, irritabilidad e idiotez que JungKook? Oh, no. No quisiera vivir para presenciar algo así. — ¿Por qué esa cara? ¿Estas imaginando lo genial que sería? — Puse mi cara de Mike Wazowski. 

— ¿Por qué estas tan seguro de que sería un mini tu y no un mini de su madre? — Indague, descruce mis brazos y metí mis manos debajo de la almohada. — Existe la misma probabilidad de que se parezca a su madre en vez de a ti.

— No me importaría, eso también me gustaría,— Al menos ya no esta tan hecho de si mismo. — aunque le daría los hijos necesarios hasta que podamos tener un mini yo. — Mis ojos se ampliaron, demasiada información. — ¿En serio no sabes si quieres tener hijos, Lisa? 

Y la burra la volvía al trigo, ¿Cuál era la necesidad de saber? ¿Qué le importaba? 

— No estoy segura. — Respondí. — No sé si quiero traer un niño al mundo, ¿Comprendes? Me asusta este mundo, nuestra sociedad y no creo querer tener la responsabilidad de traer alguien aquí y que deba vivir esto o que incluso pueda ser peor. — Dije.

Esa era mi verdad, mi real terror al solo pensar en tener un hijo. Los niños son hermosos, son adorables y cuidarlos es agotador, pero a su vez hermoso, sin embargo, traer a un niño para que viva en este mundo es lo que me aterra. Vivimos en un lugar que es hermoso, pero terrorífico a su vez, puede que me esfuerce todo el tiempo en cuidarme y cuidar a los otros, pero eso no garantiza que siempre estarán bien y es lo mismo con un bebé para mi, aunque de todo de mi, nunca podré protegerlo en su totalidad y eso me asusta porque no quiero tener que perder a nadie más.