Capítulo 14: El secreto de la montaña (parte 2)

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"Tu mente es como esta agua, amigo mío. Cuando esta agitada es difícil ver, pero si dejas que se calme las respuestas se vuelven claras."

Dos guardias sujetaban al príncipe, en frente, estaba Taehyung, tratando de calmar a su rey por lo que acaba de pasar. Con cada paso que daban, la gente del palacio miraba con preocupación, rezando porque Yoongi no se deje llevar por el coraje y cometa una estupidez.

—Claramente te dije que no subas a ese monte. —Desde lo alto, Yoongi miraba a Jimin con total desprecio, como si fuera un ladrón.

—¿Qué es lo que escondes? Vi una lápida, ¿hay algo que tu pueblo no sepa? —Contestó el alfa, tratando de zafarse.

Ante los gritos, Hoseok y Jisoo fueron informados de lo ocurrido y corrieron al balcón, antes de que Yoongi baje su pulgar. Ya arriba, Hoseok sostuvo la mano del omega e hizo fuerza para que no la bajara.

—¡Suéltame! Este bastardo rompió una regla y merece morir. —Intentó bajar su pulgar, pero no podía conseguirlo.

—No hagas una tontería, te arrepentirás si lo haces. —Habló esta vez Jisoo.

Ante la discusión y miedo que se notaba en Jimin, Taehyung tomó una decisión, con la que después debería lidiar.

—¡Desátenlo y llévenlo a su habitación! —ordenó a los guardias y al verdugo que se alejaran y llevaran rápidamente.

La tensión incrementó, Yoongi quería matar a todos por jugar en su contra. Taehyung y Hoseok lo sujetaron, llevándolo donde indicó el General. Esa pelea llamó la atención de todos, se asomaban por la puerta y algunos por la ventana.

—Siéntense. —Pidió Jisoo amablemente, tratando de controlar a los otros dos.

—A usted también la mataré, no pueden hacer lo que se le antoje. —El omega seguía quejándose, pero calló cuando la señora Kim jaló de su oreja.

—Aquí el que hace lo que sea eres tú, ya es hora de que confieses tu pasado a la persona que vino para ayudar. —Miró a Jimin, quien se confundió al ser señalado.

Yoongi solo quería hacer una cosa, y esa era llorar. Tanto su amigo como el General bajaron la mirada y lamentaron la pérdida del rey. Jimin, por otro lado, estaba confundido y preocupado. En los libros de historia nunca vio que los tiranos llorasen, al contrario, se deleitaban con el sufrimiento de otros.

—Jimin descubrió algo que escondiste por más de dos años, dejando a tu pueblo con una mala imagen de lo que pasó. Cuéntanos que aquí están tus mejores amigos, ellos te aprecian sabiendo que eres un tirano con todos los que entran a tu reino.

Justas fueron las palabras que lograron hacer entrar en razón al menor. Tomó lugar en la cama y su lobo le dijo:

"Es momento de soltar ese dolor que escondemos."

—Está bien, tienen razón. —Dirigió su vista al de cabello azabache y suspiró—. Yo no era un monstruo como lo soy ahora.

[∆•∆•∆]

Año 1813 – Fallecimiento de los reyes Min

Un día como cualquier otro, un hermoso príncipe convivía con su pueblo, dedicándoles una sonrisa cada que pasaba y halagos cuando algo le llamaba la atención. Toda la gente de Yeoju tenía buenas expectativas de este príncipe, viéndolo siempre sonreír y ser uno con todos.

Lastimosamente, esa adorable sonrisa desapareció cuando le informaron una trágica noticia. El cielo lloró junto al omega y el sol no se mostró por ningún motivo, evitando ver los fallecidos cuerpos de los soberanos del clan Min. 

—Querido pueblo de Yeoju. Con un dolor en nuestros corazones daremos un aviso que quebró nuestras almas. Hace unas horas, nuestro ejército nos informó sobre el fallecimiento de nuestro rey Min Young So y su esposa, la reina Min Han-Neul. Dadas las circunstancias, y por órdenes del reglamento, el príncipe Min Yoongi sellará la alianza con el clan Wang, casándose con el primogénito y manteniendo nuestro linaje.

El jefe de la Corte terminó de leer aquel pergamino, dejando a su pueblo muy disgustado.

—Pobre príncipe, siendo un alma tan pura debe pasar por este desconsuelo.

—El clan Wang es uno de los peores, viniendo de China no podemos esperar más.

Las críticas eran lo que menos les importaba. Son leyes que debe cumplir la nobleza, sin importar sus sentimientos o su voluntad. Eso era algo que Yoongi detestaba, anhelaba que sus padres estén junto a él para darle un sabio consejo y evitar ese matrimonio. Ellos no dejarían que un príncipe como ese tome su mano.

—No dejen que me case con él, yo sé que esta no fue su idea, no permitirían verme sufrir. —Dijo con la voz quebrada, apoyado en el balcón y mirando las estrella; almas de sus padres y ancestros.

Unos días después, la Corte no soportó más el dolor de su majestad. No podían permitir que se presente de esa forma, haciendo quedar mal al clan Min.  Fue entonces que buscaron a un doncel de compañía, quien lo animaría y cuidara por el resto de su vida.

—Majestad, trajimos a una persona que le hará compañía. No se preocupe, es un beta llamado Jung Hoseok, adelante. ­—Dieron paso a ese amable chico, siendo conmovido por la ternura de Yoongi.

—Tranquilo, majestad, le prometo que todo estará bien. Sólo júreme que no tendrá esa carita triste, porque sino sus padres no podrán descansar en paz.

—Eres muy lindo, no quiero que mis padres estén tristes. —Levantó la mirada y extendió su mano con una pequeña sonrisa.— Soy Yoongi, no quiero que seas formal. —Secó sus lágrimas e invitó al menor a comer una gran variedad de postres.

La pérdida de sus padres y el ser forzado por la Corte sería un motivo justo por el cual se vuelva ruin y egoísta, pero no fue así. Con la ayuda de Hoseok, pensó que la esperanza no estaba perdida, que podía iniciar algo bueno con el príncipe Jackson Wang.

Pero el destino tenía otros planes.

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Hola bonitas estrellitas de luz

Yo sé que está mal que los deje con esa intriga, pero realmente me gusta hacerlo jiji. Por suerte, no tendrán que esperar una eternidad, ya que tengo todos esos capítulos escritos. Tal y como les prometí, estoy subiendo dos o tres capítulos por día. También noté que el libro subió puestos en los ranking, eso me alegra mucho y me anima a escribir. 

Otra cosa es que realmente quería llorar al leer nuevamente este capítulo, imagínense el siguiente. Bueno, no quiero dar adelantos, así que los veo pronto. ¡Adiós!

𝐃𝐢𝐧𝐚𝐬𝐭𝐢́𝐚 𝐌𝐢𝐧 - 𝐉𝐢𝐦𝐬𝐮Where stories live. Discover now