𝐃𝐢𝐧𝐚𝐬𝐭𝐢́𝐚 𝐌𝐢𝐧 - 𝐉𝐢𝐦𝐬𝐮

Capítulo 7: Ganaste la batalla, pero no la guerra

"El odio es la venganza de un cobarde intimidado"

Los soldados atacaban y algunos tomaron sus formas animales para combatir. Las espadas y los colmillos asesinaban al enemigo, manchando sus manos con sangre y cargando con la muerte de sus contrincantes que suplicaban por sus vidas.

—Tú... —dijo Yoongi, poniendo fuerza contra la espada de Jimin.

Ambas miradas no se despegaron ni por un segundo y al mismo tiempo hacían fuerza para evitar que la cuchilla contraria cortara sus cabezas. No bajaron la mirada, hasta que un lobo negro atacó al pálido.

Era el rey Kim, quien trataba de morder su cuello y poder matarlo, pero no contaba con el arma que aún empuñaba el menor. Tomándolo de las orejas, Yoongi apartó lo suficiente al lobo e incrustó una de las flechas en su costilla. Metió la flecha un poco más y lo empujó, para así poder quedar libre.

Los soldados del clan Kim dejaron de atacar y vieron a su rey tendido en el suelo con la sangre corriendo. Sin embargo, eso no fue impedimento para el otro clan y continuó con su ataque.

—¿Qué fue lo que hiciste? —atónito miró Jimin al rey Min.

—¿Eres imbécil? Porque si ese es el caso, créeme que eres un buen actor. —Yoongi se levantó del suelo y se acercó al menor—. Es obvio que acabé con el rey Kim y tomé el control de sus tierras.

Jimin jamás se había sentido así de intimidado, y menos por un omega que amenazaba con apuñalarlo.

—Aún quedo yo... —respondió Jimin, sabiendo que este podía ser su fin—. No dejaré que tomes las tierras de Busan porque yo estaré vivo para impedirlo. 

Ante la seriedad de Kim una risa se hizo presente, notando que sus palabras no tienen significado para Min.

—Por favor, Kim, mira a tu alrededor. —Extendió su mano, mostrándole los resultados de su batalla—. Vencimos a tu ejército y acabé con el rey Kim Namjoon. —Volteó a ver al animal que se encontraba sangrando, pero ya no había nada—. Espera... ¿Dónde está Namjoon? —empezó a buscar, pero no había señales ni rastro alguno.

Pudo escapar, pensó Jimin aliviado. Observó el campo de batalla y vio los cuerpos de su gente junto a los del clan Lee. Había posibilidades de escapar y volver a Busan, pero algo se lo impidió.

—¿Qué crees que hace? —exhaltado se dirigió Jimin hacia Yoongi, observando la mano que lo sujetaba.

—Si no pude matar al rey Kim, aún te tengo a ti para controlarlo de alguna u otra forma. —Llamó a Taehyung y lo mandó a buscar a los sobrevivientes de la tropa enemiga—. CAPTURARLOS Y ENCERRARLOS.

Miró a alfa por última vez y le dijo:

—No creas que te dejaré aquí, su alteza. —Carcajeó con maldad y pidió que lo encerraran también.

Los pocos soldados que sobrevivieron, tomaron sus caballos y llevaron a los prisioneros al pueblo de Yeoju.

Morirán todos o... ¿creen que alguien viva para contarlo?

[∆•∆•∆]

—¡Rey Kim! —uno de los soldados trató de reanimar a Namjoon—. Rey Kim por favor, tiene que resistir.

Con un escondite en las afueras de Gunwi, cinco de los soldados rescataron al gobernante de Busan, esperando que pueda sobrevivir. Vendaron y curaron las heridas de su cuerpo, teniendo la esperanza de que despertara en algún momento.

Entre esos sobrevivientes estaba Jungkook, quien buscaba al príncipe Kim. Desesperado, acudió a dos de los soldados para que lo ayudaran, pero la búsqueda fue en vano.

—¿Alguna señal del príncipe? —preguntó Jungkook.

—No, señor, no encontramos nada y tampoco hay señales del ejército de Yeoju.

—No quiero pensar que lo asesinaron. —Llevó sus manos a la cabeza y se sentó en el suelo, lamentándose de su error—. No debimos dejarlo, debí atacar y sacarlo del trance con Min.

—No es tu culpa... —habló Namjoon, asustando un poco a los soldados.

—Oh su majestad, usted no tiene la culpa de nada. —Jungkook se acercó y procuró que todo estuviera bien.

—No debí traerlo a esta lucha... —tosió un poco— ahora no estaría desaparecido o... muerto.

—Su majestad, Jimin no está muerto —habló Jungkook—. Retornamos a Gunwi y no hay rastro de sangre perteneciente al príncipe, incluso pudimos sentir su aroma que era reciente.

—Ah... —suspiró Namjoon con lágrimas en sus ojos— pero no tienes idea de lo que le harán en Yeoju. Puede que Min no lo maté, pero hallará la forma de hacernos padecer.

—No nos rendiremos, si por mí concierne... —miró nuevamente al rey Kim e hizo una promesa— iré al reino de Yeoju y lo mantendré informado. Me haré pasar por algún guardia o sirviente, pero todo para traer al príncipe Kim devuelta a Busan.

Con las pocas fuerzas, Namjoon lo observó y, con llanto, agradeció a Jeon por tal acto. Con la palabra en alto, Jungkook ordenó a los soldados que se llevaran a Namjoon e informaran al rey Seokjin sobre lo sucedido, tomó a su caballo y partió al despiadado reino de clan Min.

¿Podrá Jungkook lograrlo? ¿O alguien se interpondrá en su camino?

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Hola personitas bellas. Lamento no haber actualizado, pero como les dije estaba con demasiados trabajos del colegio.

Ahora que entré en vacaciones, podré actualizar con más frecuencia. También debo disculparme por no haber actualizado en Facebook, pero lastimosamente tuve un problema con mi cuenta.

En fin, espero que les haya gustado, esperen a los próximos capítulos y hasta la próxima. (◍•ᴗ•◍)❤