Capítulo 17: Lobo blanco

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¿Cómo me acerco sin perder mi corazón en ello?

No recuerdo cuanto tiempo pasó desde que fui capturado. No recibía cartas por parte de mi padre y me sorprende que no haya mandado a nadie para que me rescatara. Sin embargo, mi estadía en Yeoju no fue mala desde que Yoongi me contó esa historia de su pasado. Durante esos días sentía resentimiento por el alfa y el clan Wang que lo condenó a tanto sufrimiento, pero el haber desahogado las penas lo ayudó, dejando que vea a ese rey cual espíritu alegre recuperó. Sus tratos mejoraron, nuestros lobos se alegraban por nuestra compañía y el odio se desvaneció.

—¿Desde cuando son tan unidos? —preguntó Hoseok.

—Desde que la verdad salió a la luz. La unión se hace más fuerte cada día, muy pronto el destino traerá cambios importantes para ambos clanes. —Respondió Jisoo, quien luego se llevó al beta para que los dejaran solos.

Era una hermosa tarde, el sol iluminaba todo el reino, disipando las sombras en cada rincón del pueblo. Con el cielo despejado, los dos jóvenes caminaban por el monte, contando sus divertidas y tristes experiencias a lo largo de los años. Después de mucho tiempo, las risas regresaron a ese lugar, dejando que las malas vibras se vayan con el viento.

—Hyung, ¿no pensaste buscar a tu pareja destinada? —preguntó Jimin, viendo fijamente al rubio.

—No lo pensé, mi alma se corrompió luego de que mi hijo falleciera. —Tristemente suspiró el omega—. Pero desde tu llegada, mi lobo recuperar la esperanza y yo mi sonrisa. Pienso que...

—Ambos estamos destinado a estar juntos. —Interrumpió el alfa, perdiéndose en los profundos ojos del mayor.

—Pasaron meses desde que llegaste a Yeoju, el odio duró unas semanas y ahora nuestros lobos festejan que ese rencor se haya ido. Lograste sanar algo incurable, eres el alfa del que la señora Kim me habló.

—Uno noble, caballeroso y valiente... —añadió Jimin, pasando lentamente su mano sobre la mejilla de Yoongi, haciendo que se sonrojara—. Doy gracias a nuestros ancestros por haberte puesto en mi camino, a pesar de las pérdidas ambos lo podremos remediar.

Una encantadora sonrisa pudo ver Yoongi, sintiendo esa paz que le fue arrebatada hace mucho. Las heridas internas comenzaron a cerrarse al sentir un suave olor a canela proveniente del menor, confirmando que es su verdadero alfa.

—Hyung, ven a Busan conmigo.

—El rey Kim debe odiarme por lo que hice, es muy probable que quiera asesinarme.

—No permitiré que nadie te haga daño, eres mi omega y mi deber es protegerte de todo ser que quiera lastimarte.

Entrelazaron sus manos y unieron sus miradas, observando el reflejo de las estrellas que acaban de aparecer. Con ese brillar de la luna, los finos y rosados labios de Yoongi llamaron la atención del príncipe, quien su lobo estaba perdiendo el control por la belleza de su omega. Sin apartar la mirada, Jimin tocó sutilmente el labio inferior del mayor, escuchando un suave gemido del mismo. Si no fuera por los valores y modales que le inculcaron, lo más probable es que pierda el control.

—Hazlo... —dijo Yoongi, dejando un pequeño beso en el pulgar del alfa.

—Si tú me lo permites lo haré. —Lentamente la distancia entre ambos comenzó a cortarse, juntándose en un tierno y dulce beso.

Ninguno quería separarse, el beso era correspondido por ambos, siendo un movimiento lento y luego convertirse en uno acelerado. El aroma de ciruelas y canela se mezcló junto a las hierbas del monte, creando un ambiente de paz y amor.

𝐃𝐢𝐧𝐚𝐬𝐭𝐢́𝐚 𝐌𝐢𝐧 - 𝐉𝐢𝐦𝐬𝐮Where stories live. Discover now