Tailandia mágica

556 75 4
                                    





Jimin tomó un sorbo de su trago, miró a su alrededor, le parecía un bonito lugar. Los colores, los olores, los sabores.
¿A quién quería mentirle? No había dejado de pensar en Yoongi y el chico que había saltado desesperado a sus brazos. Claro, quién no lo haría, pensó y bufó molesto. Él lo había empujado a buscar a alguien pero ahora se arrepentía, no quería que estuviera con nadie, no quería que se enamorara de alguien más.
Basta Jimin, demasiados enriedos tienes en tu vida como para sumarle uno más. Lo mejor será que Yoongi se consiga un novio, así dejarás de pensar lo que no debes, se regañaba a si mismo, aunque sabía que era en vano, no podía evitar lo que sentía por Yoongi, sobre todo ahora que él le había confesado que lo quería.

Caminó lentamente hasta el hotel, miró su reloj, iban a dar las diez, debía descansar ya que al siguiente día el viaje sería largo.
Entró a su habitación y se desparramó en la cama, un golpe en la puerta lo hizo removerse. Se acercó a esta y ahí estaba, el dueño de sus pensamientos.
Lo miró con una ceja alzada mientras el otro entraba como tromba al cuarto.

-¿Me quieres decir por qué demonios te fuiste?- interrogó con un tono aireado.

-Te veías ocupado y no quise molestar- contestó sarcástico.

-Ibamos a salir juntos- espetó aún más furioso.

-Tenías un koala entre tus brazos, aunque ahora que lo pienso esos viven en Australia- respondió

-No cambies el tema, íbamos a salir juntos y te fuiste sin mi- escupió

-¿Me estás hablando en serio?, el chico parecía sanguijuela encima tuyo, ¿qué querías? ¿Qué me quedará a esperar a que te echarás un polvo?-

Yoongi lo miró desencajado
-No iba a echarme un polvo- dijo susurrando

-Pues eso parecía Yoongi y no me iba a quedar a verlo-

-¿Y que importa si me acostaba con él? Igual debías esperarme- contestó con una sonrisa ladina.

Jimin lo fulminó con su mirada.
-¡Vete a la mierda!- exclamó

-Acaso no dijiste que debía buscar a alguien y coger de una vez por todas, bueno lo hice, así que no entiendo tu enojo.

-No estoy enojado- gruñó

-A mi me parece que si-

-Muerete- gritó

-¿Por qué peleamos? Realmente no lo entiendo

-¿Por qué eres un idiota, no sé por qué me haces caso con lo que digo cuando estoy enojado, luego te emborrachas y dices estupideces, para después volver a cagarla acostandote con cualquiera- ladró lleno de furia.

-¿Qué quieres de mi Jimin?, dilo, por favor, dime que quieres y te lo daré, haré lo que quieras, dilo de una buena vez-

-Nada no quiero nada, quiero que te vayas a tu habitación y que me dejes en paz. Mañana tenemos trabajo y debemos levantarnos temprano. Vete a dormir o a coger, has lo que quieras- balbuceo con enojo.

-Me encantaría hacer lo que quiero, pero no lo haré hasta que me lo pidas- gimió en su oído, le dio un beso en la mejilla y caminó hacia la puerta.

-Pues entonces sigue esperando- gritó mientras le tiraba un almohadón que casi impacta en su cabeza.

Yoongi salió con una gran sonrisa de allí. Había logrado ponerlo tan celoso que se retorcía de placer. Jimin enojado y celoso era lo mejor que podía ver.

Subieron al auto en silencio, pusieron el destino en el GPS y comenzaron el viaje. Al parecer tenían un poco más de dos horas de camino, así que sería un viaje interesante.
Yoongi intentó conversar un poco sacando cualquier tema, pero solo recibía de Jimin monosílabos y eso lo estaba frustrando.
-¿Hasta cuando seguirás con la ley del hielo?- cuestionó irritado.

Ámame Where stories live. Discover now