China para olvidar

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El viaje a China fue todo un caos. Corrieron por el aeropuerto porque habían llegado tarde y casi pierden el avión, sus maletas fueron enviadas en otro vuelo, sus asientos estaban mal marcados y debieron sentarse con una señora con un bebé y un hombre tan obeso que casi no entraba en su propio asiento. El auto que habían alquilado no estaba esperándolos, y en el hotel extraviaron su reserva así que solo pudieron ofrecerles una sola habitación que encima era matrimonial. ¿Qué más podía salir mal?, pensaron totalmente ofuscados.

Se acomodaron en la habitación. Jimin no entendía por qué Yoongi estaba tan distante, después del beso en Tailandia casi no habían cruzado palabra más allá de las necesarias.
Pensaba en hablar con él, hacerle frente y preguntarle qué le pasaba, pero temía que haciendolo el otro notara su desesperación por la falta de comunicación.
Decidió salir de allí, ya que el ambiente era demasiado tenso.
Preguntó en la recepción donde podía comer algo. Con las instrucciones que le dieron salió del hotel, caminó apenas dos cuadras y encontró un pequeño bar muy pintoresco.
Se sentó en un banco de la barra, el muchacho lo miraba con intensidad, se acercó y le preguntó que quería tomar. Jimin pidió lo más fuerte que tuviera, quería olvidarse, que su cabeza dejara un rato de pensar.
Pasó el trago y sintió el potente ardor en su garganta, no se quejó y pidió un segundo, luego de un rato había perdido la cuenta de cuántos habia tomado, solo podía darse cuenta de que se habia excedido por el mareo que estaba sintiendo.
Su teléfono sonó de repente, miró el nombre de quien lo llamaba y suspiró.

-Hey, extraño, ¿cómo estás?- la voz sonaba suave y melancólica.

-Woooo- estiró la última letra -No sé como estoy- respondió.

-¿Jimin estás bien? Noto tu voz algo rara- indagó ahora con preocupación.

-Estoy en un bar, pedí algo fuerte, pero creo que era demasiado- sus palabras salían cortadas

-¿Extraño, estás borracho?- se atragantó al preguntar.

-Creo... no, no estoy seguro, de que si- exclamó y lanzó una carcajada.

-¿Tu socio está contigo? ¿Cómo volverás al hotel? Jimin me estás preocupando.

-Estoy bien, solo algo mareado, el idiota de mi socio no está conmigo y ¿sabes por qué?, porque es un idiota que solo se dedica a romperme el corazón cada vez que puede. O tal vez el idiota sea yo por darle ese poder. Dime Woo, ¿para qué me besa si luego no va a hablarme? si luego hace de cuenta que no existo. Lo odio sabes, por haberlo amado tanto, lo odio, desde que tenía quince años juega conmigo. ¿Pero sabes algo? Hasta acá llegó su poder, no pienso seguir pensando en él, después de todo no vale la pena, es un simple pendejo que ni sabe lo que quiere. Te extraño tanto Woo, quisiera estar entre tus brazos, en nuestra casa, en nuestra cama, solos tu y yo, solo como tu sabes amarme. Jamás volveré a besarlo y mucho menos dejaré que me bese, es un infeliz, jamás podría tener algo real con Yoongi, él no sabe lo que es el amor y yo no tengo interés de enseñarle a un estupido. Te extraño Woo, quiero volver pronto a casa- todas sus palabras salieron balbuceantes y con algo de pena. Jimin sentía que su corazón nuevamente estaba siendo maltratado y otra vez por el mismo tipo que tanto había amado. Pero a quién engañaba si nunca habia dejado de amarlo.

-También te extraño, vuelve pronto Jimin, vuelve a mi, vayamonos de Corea, vivamos en el fin del mundo, solos tu y yo. Vuelve al hotel, ten cuidado extraño y no te acuestes con él por favor- parecía un ruego cada frase dicha pero EunWoo no se arrepintió de decirlo.

-No me acostaré con él, no lo haré, no se merece si quiera que lo nombre o lo tenga en mis pensamientos. Nos iremos al otro lado del mundo Woo, solos tu y yo- respondió mientras sus ojos se cargaban de lágrimas. Pero no lloró, no lo hizo, ya no lloraba por nadie, y Yoongi no sería la excepción.

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