Capítulo 26.

20.9K 2K 177
                                    

Ella dormía a mi lado y aferrada a mi cuerpo, acariciaba su espalda desnuda contemplando su belleza, solo faltaban horas para separarnos por unos días, se iba a Chicago y yo debía seguir trabajando para terminar de una buena vez con los peligros que nos acechan. Alexia es importante para mí y por eso la convierte en mi mayor punto débil, se que irán por ella en el momento exacto que con Gauss desatemos la guerra, lo único que no saben todos ellos es que ya tengo todo ideado para sorprenderlos en el preciso momento que quieran usar mi debilidad en contra mío, nadie toca a mi reina y vive para contarlo.

Estamos a días de empezar la guerra.

— Te amo — murmuro dejando un beso en su mejilla.

— Mi rusito — musita sonriendo, pero sin abrir sus ojos.

— ¿Cuándo quieres casarte conmigo? — le pregunto haciendo que abra sus ojos sorprendida.

— ¡Vaya manera de decir buenos días, ruso cavernícola! — exclama divertida.

— ¿Tu respuesta es un sí? — inquiero frunciendo mi ceño.

— No, es muy pronto para casarnos nisiquiera somos novios solo dices que soy tu reina, pero eso sirve para tu mundo para el mio no — me responde tomándome por sorpresa.

— Somos novios — afirmo.

— Solo somos Gavriel y Alexia, amigos que follan y pasan el momento — acota haciendo que gruña.

— No somos esos — mascullo mirándola de la peor forma.

— ¡Gavriel! — escucho el grito de Gauss que me hace alarmar.

— ¿Qué pasa? — me pregunta Alexia asustada.

— No tengo idea — contesto poniéndome mis pantalones para salir de la habitación.

— ¡Gavriel! — de nuevo escucho que me llama mi hermano haciendo que salga para chocarme con él en el medio de camino.

— ¿Qué pasa? — pregunto.

— El jodido de Gerónimo Ferrara acaba de derribar a nuestros hombres para robarnos nuestra mercancía y para completar la loca de Natasha va rumbo a Siberia — me informa.

— Maldito italiano — mascullo.

— Alguien dentro de la organización nos está traicionando — sentencia.

— Eso ya lo sabemos — ruedo los ojos. — Pero no entiendo porque nos atacan a nosotros sabiendo que en un chasquido podemos destrozar todo lo suyo, algo busca y necesitamos saber que es — agrego pensativo tocando mi barbilla.

— Debemos infiltar a Natasha con urgencia — acota bufando.

— Ella ya tiene mi autorización para ello, ahora no entiendo para que mierda esta yendo a Siberia — digo bufando.

— Svetlana Brankovič y sus hijas están allá — me recuerda.

— Toma el helicóptero y frenala, no quiero problemas con los Brankovič — ordeno mientras maldigo internamente a la loca de mi prima. Tiene prohibido acercarse a ellas, después de la muerte de Vladimir, Svetlana, su esposa la mandamos al cuidado de su familia y con sus tres hijas para que empiecen de nuevo con su vida después de estar sometidas a ese loco.

— Pero con el tema de Ferrara —

— El italiano tiene los días contados, ahora ve por Natasha y traela contigo, que se ponga a trabajar para infiltrarse en 'Ndrangheta — declaro volviendo directo a mi habitación donde no encuentro a mi mujer en la cama, pero el ruido de la ducha me guía hasta ella.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora