Capítulo 5.

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Que la jodida policía me tenga entre ojos, no me gustaba para nada porque estará observando cada uno de mis movimientos y eso hacia que debíamos ser mucho más profesionales. Matar a varias personas en un país que no es el nuestro es fácil, solo marcas un cuerpo y rápidamente se darán cuenta que es la mafia roja, solo que la nuestra nadie en el mundo conoce mi rostro, si nuestro apellido, solo la organización y los que consideró mi gente. Para los demás es algo incógnito, solo me asocian a un sádico jefe de la mafia que si se meten con los suyos no duda en torturar y matar de la peor forma, ese será el destino de la perra de Galy, estoy ansioso por matarla.

— Dime que sucede — exige mi hermano al conectarse a una video llamada.

— Atacaron en la casa, francotiradores y alertó a la jodida policía de Chicago — le cuento cabreado.

— дерьмо (*) — gruñe en ruso.

— Necesito un ejército, más equipo tecnológico y manda a nuestros mejores mercenarios — ordeno y mi hermano asiente.

— Acá acabamos con los traidores, solo nos falta la perra de Galy y su padre están en Chicago, ya es tu trabajo — me informa.

— Voy acabar con ellos — mascullo.

— Gavriel — Gauss suspira. — me haré cargo del tema de la policía, para eso soy tu abogado así nos deshacemos de los problemas con ellos — agrega mirando su teléfono.

— Cuida los frentes en Moscú — pido masajeando mi cien.

— Tengo todo controlado, solo cuida tu vida y los frentes en Chicago. Si las cosas se van de tus manos, no voy a dudar en buscarte para traerte de nuevo a Rusia y me importa una mierda si conseguiste lo que fuiste hacer a esa ciudad — sentencia con una fulminante mirada.

— Nada se irá de las manos, soy el rey y voy acabar con toda esa escoria que quieren mi trono — declaro con seguridad.

— Señor — Antonily aparece en mi despacho.

— Hablamos luego, Gauss — corto la llamada mirando a mi jefe de seguridad.

— Quiero buenas noticias — susurro tocando el puente de mi nariz.

— No las tengo señor, Iván acaba de informe que está viendo movimientos raros cerca de la zona de la señorita Soul — dice alarmando.

— Prepará un equipo, salimos en dos minutos — ordeno.

Si la perra de Galy o uno de sus hombres le llegaba a tocar un solo pelo a Alexia, desatarían la peor guerra de la historia y en verdad siguen subestimando mi locura porque por ella haría cualquier cosa, no tienen idea de lo que soy capaz.
Dos minutos después con mi equipo nos estamos acercando a la zona residencial donde vive ella con su padre, Antonily me obliga ponerme un chaleco antibalas y a qué coloque un silenciador a mi pistola, nadie debía enterarse que sucedía en ese piso. Frunzo mi ceño al sentir vibrar mi celular y me hierve la sangre al ver la una foto de Alexia atada y amordazada con una navaja en su cuello, su cara llena de terror es lo que más preocupa, la hija de puta de Galy no saldrá vida de ese departamento.

— Señor — trata de detenerme una de mis hombres.

— Sal de enfrente o te vuelo la cabeza — siseo apuntando directo mi pistola en su cabeza.

— Gavriel — me detiene Antonily.

— Sabes que podrás ser mi mejor amigo y toda esa mierda pero si no sales de enfrente te volaré la cabeza — espeto también apuntando con mi otra pistola.

— Mantén la serenidad, entrar a ese departamento es dejar que te maten — me habla tratando que entre en razón.

— La tienen a ella — digo cabreado.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora