Capítulo 19.

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Volver a Rusia solo significaba poner en orden a todos esos malditos rebeldes que están subestimando mi reinado, llevo siendo el líder de la Bratvá alrededor de siete años y está era la primera vez que tenía que enfrentar estos problemas, pero más de uno había violado una de las reglas fundamentales del código del Hampa, lo cuál tendría que hacer pagar con su vida a más de uno de los miembros de la organización.
Solo un día pasó de nuestra llegada, me estaba arrepintiendo haber traído a Alexia conmigo porque estamos en una incipiente alerta de ataque, dónde no solo hay que proteger a Ignati sino que a mi reina también de todos estos jodidos rebeldes que eran comandado por Yurgo en mi contra, ese viejo que conocía bastante bien los códigos de la mafia, sin dudas merecía morir como lo hacen todos los traidores.

— Gavriel — la voz de mi hermano me hace salir de mis pensamientos.

— Gauss — murmuro suspirando.

— ¿Qué haces tan temprano? — cuestiona mientras se sienta a mi lado a desayunar.

— No podía dormir, hay muchos temas que resolver — acoto poniéndole un poco de vodka a mi café.

— Debes poner a la organización en su lugar — comenta mi hermano mientras le pone unas gotitas de vodka también a su café que recién le sirve una de las chicas del servicio.

— Debemos matar a varios — declaro chasquendo la lengua.

— Será divertido — asegura levantando su taza con la intención de chocar con la mía.

Mi prima Natasha no tarda en unirse a nosotros, se sienta a lado de mi hermano y no tarda nada en servirse su café, para luego mirarnos a ambos esperando algo de nosotros.

— Te dije que lo pensaría — digo rodando los ojos.

— ¿De qué hablan? — inquiere Gauss desconcertado.

— Solo falta que me dé su consentimiento para infiltrarme en 'Ndrangheta — le recuerda.

— ¡Cierto! — exclama.

— Lo estoy pensando, Gerónimo Ferrara no me da de fiar, si te descubren no va dudar en matarte — acoto suspirando.

— Se defenderme, antes lo mataría a él — sentencia Natasha. No dudo en las habilidades de mi prima, se que ella podía matarlo antes, pero sabemos que si eso sucede, su gente no dudará de matarla.

— Te dije que lo pensaría — exclamo golpeando la mesa con mi mano.

— Gavriel — trata de intervenir Gauss.

— Tema cerrado — mascullo.

— Buenos días — escucho la voz de Alexia y me giro para mirarla, ella venía acompañada de Ignati.

— La tía Lexie estaba perdida — acota el niño sonriendo.

— Su castillo es demasiado grande, gracias por ayudarme — le dice a mí sobrino que sonrie mientras la guía a qué se siente a a mi lado y él del otro.

— Ya te acostumbrarás — comenta mi hermano.

— Buenos días — saludo al inclinarme para dejar un beso en su mejilla.

— Buenos días — me devuelve el saludo con una gran sonrisa.

— ¿Y que tal tu primer día el Rusia? — le pregunta Gauss.

Mi hermano había quedado encantado con Alexia, sobre todo al ver cómo ella me regaño por el mismo tema de siempre sobre mi cuidado y el exceso de alcohol que ingiero por día. Gauss al ver eso me aseguró que ella es la perfecta reina de la mafia rusa, con ese carácter nadie iba a llevarsela por encima y se haría respetar como se merece.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Where stories live. Discover now