Imposible Olvidarte (1° SAP)

Capítulo 12.

Alexia.

Cada día que pasa tengo mucha más ganas de matar a este maldito y jodido ruso cavernícola, si no fuera porque tenía a mi padre delante mío exigiendo casi una respuesta a las estúpidas palabras de Gavriel, lo hubiera hecho. El idiota le dijo que es mi novio y se pasó de la raya con esto, porque una cosa es joderme a mí con sus estupideces y otra muy distinta es involucrar a la única persona que me importa en la vida, mi papá es una de ella.
Todavía no sabía que decir, encima para completar estuvo a nada de encontrarnos en una situación muy comprometida, seamos sinceros no hubiera sido nada agradable que encuentre a su única hija atorada con la polla de un hombre o peor tragando  semen del que dice ser mi novio, sin dudas le causaría un infarto.

— Espero una respuesta, Alexia — repite cruzado de brazos.

— Gavriel es un amigo — miento. Con el ruso cavernícola no éramos nada, que folle una sola vez con él y que le haya hecho una mamada no nos ponía título a una relación.

— Él asegura ser tu novio, ¿en qué quedamos? — consulta. Papá cuando se pone modo padre sobreprotector no hay nadie que lo paré, la última vez que lo hizo fue cuando encontró a Ethan saliendo de mi habitación hace años atrás, en ese tiempo tenía dieciocho años ahora con veintiséis creo que tenía el derecho de hacer lo que quisiera, después de todo es mi vida.

— Nos estamos conociendo — digo mirando a Gavriel que tenía una gran sonrisa en su rostro como disfrutando la situación.

— No soy una mala persona, señor Soul. Estoy enamorado de su hija — habla con seguridad.

¡Maldito mentiroso!

Según él no es una mala persona, este hombre tiene conceptos erróneos de lo que es bueno y malo en la vida, porque si en algo estaba segura todo lo que hacía para vivir es malo, es el jodido líder de una de las mafias más peligrosas del mundo, estuve investigando y lo que decía internet no era nada agradable.

— ¿Cuántos años tienes? — inquiere desafiante mi padre.

— Treinta y cinco años, señor Soul — responde haciendo que suspiré.

— ¿De qué trabaja? —

— Tengo un empresa acciones benéficas en Rusia con mi hermano gemelo, he estudiado administración y relaciones internacionales en la universidad — le cuenta con total naturalidad que me hace mirarlo sorprendida.

¿Dos carreras universitarias?

¡Vaya con el ruso cavernícola!

— Debo irme, papá — intervengo tratando de poder huir y sacar al idiota de esta oficina.

— Espero que sus intenciones no sean llevar a mi hija a Rusia — comenta papá frunciendo el ceño.

— Nunca haría nada que Alexia no quisiera — acota mostrándose algo que no es, porque sabía que si pudiera me subiría en el primer avión que encontrará para llevarme a Rusia, para ocupar ese lugar que supuestamente me pertenece al ser la mujer que eligió como reina.

Encima de cavernícola, también loco.

— Papá — le suplico. Esto es demasiado.

— Escuché una cosa señor Sokolov, mi hija no es un ganado y tampoco de su propiedad para que la deje marcada como lo hizo — masculla marcando algo en mi cuello.

¡Trágame tierra y escupeme en Indonesia!

— No se volverá a repetir — le asegura mostrando una cara de pena.

Vil mentiroso.

— Nos vamos papá, vuelvo en un rato — hablo tirando de Gavriel para sacarlo de la oficina.