Capítulo 13.

25.8K 2.1K 396
                                    

Había quedado algo raro después de esa tarde con Alexia, que ella quiera saber de mi cicatriz hizo reabrir mi dolor, pensando en mi papá, además estábamos a pocas semanas que se cumplan seis años de su muerte y ese sacrificio que hizo al darme su corazón. Años atrás era otra persona, otro Gavriel que se creía invencible ante el mundo y que me debían respetar por el simple hecho que era el próximo sucesor de la Bratvá, pero en un acto de rebeldía ante mi padre, sus enemigos fueron directo atacarme, dos disparos limpios a mi corazón hicieron que estuviera muerto quince minutos. Lo único que recuerdo fue despertar en una clínica con un corazón artificial, dejando la orden que tenían menos de cuarenta y ocho horas para conseguir un nuevo corazón porque el mío estaba muerto en su totalidad, era demasiada suerte que haya llegado a esa institución y me salvarán la vida.
Nunca imaginé que mi padre haría ese sacrificio, cuando volví a despertar siete días después me encontraba con un nuevo corazón y que papá había muerto, haciendo su última jugada para que sobreviva. Mucho tiempo y todavía sigo siendo culpable de que haya dado su vida para salvar la mía.

— ¿Por qué tan pensativo? — la voz de Natasha me hace centrar mis ojos en ella.

— Pensé que ya te habías ido — acoto suspirando.

— En dos días, Gauss me dijo que haga sociales con la fundación Meitzner para que los negocios en este país no nos cobren impuestos y debamos hacer declaraciones — me cuenta al sentarse a desayunar conmigo.

— Si me dijo de eso, pensé que él ya se había puesto con ello — digo mirando mi celular.

— Intervino en el proceso de hacer contacto con Owen Clayton y bueno ahora me toca ser la linda mujer que interceda con su esposa — me cuenta bufando.

— Esto es una tontería para tí —

— Si, nada de otro mundo — rueda los ojos. — ¿Irás a Rusia para la conmemoración? — me pregunta.

— Si — limito a contestar pensando que debía ponerme a organizar con mi hermano la conmemoración de la muerte de nuestro padre. Cada año la organización se detiene ese día y solo recordamos a uno de los mejores líderes que tuvimos.

— Este año iré, primero volveré a India a controlar el trabajo y luego estaré unos días en Rusia — acota mirando su celular.

— Puedes dejar la fundación de lado, no estás en la obligación de ... —

— Es lo único bueno que tengo ahora, el trabajo me ayudará a que olvide un poco todo — comenta con tristeza.

— ¿Qué sucederá con Sasha? —

— Dejaré que sea feliz, es mi hijo, lo amo pero cuando lo veo sonreír me hace tanto acordar a él que tengo miedo — se muerde su labio. — Estoy tan jodida Gavriel que no se cómo acercarme a mi hijo sin olvidar quien es su padre y todo lo que me hizo — agrega secando una lágrima que caí por su mejilla.

— Hola — miro a Sasha que traía a Stefano en sus brazos y un pequeño bolso.

— ¿Qué hacen aquí? — pregunto frunciendo el ceño.

— Podemos hablar en un lugar donde no esté ella — me pide marcando a su madre.

— No se preocupen, ya me voy — contesta Natasha levantándose de la silla. Se que le dolía ese trato de Sasha a ella, pero gran parte de esto es su culpa y no querer recibir la ayuda que en verdad necesitaba, porque a lo largo de los años se vuelve más autodestructiva con ella misma.

— ¿Qué haces aquí y con ese niño? — repito.

— Su nombre es Stefano — me responde mi sobrino rodando sus ojos.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora