Capítulo 4.

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¿Arriesgado?

Siempre, mi vida es un peligro constantemente pero enviarle a Alexia un vibrador con el tamaño y grosor de mi pene fue divertido, me hubiera encantado ver su reacción de sorpresa en su rostro viendo lo que se está perdiendo por hacerse la difícil conmigo. Si ella quiere podría tenerme a cada hora regalandole los mejores orgasmos de su vida. Ella nunca se olvidaría de mí después de follarla como se merece, seré su rey y ella mi reina, la Bratvá amará y alabará a mi esposa, solo debía enseñarle un par de cosas porque no todo el mundo me quiere, existe peligros enormes en mi entorno, está claro que no dejaré que nadie toque a mi chica porque morirá en el intento al igual que lo hará Galy ante su insulsa guerra conmigo, esa perra no sabe lo que le espera.

— Señor — Iván entra a mi oficina.

— ¿Qué sucede? — pregunto. Si él está acá es porque tenía información sobre mi reina.

— La señorita Soul no irá al club esta noche, Nello confirmó que tiene libre hoy y mañana. Recibió sus regalos como lo hace siempre — me cuenta serio.

— Dile a Nello que quiero que deje el departamento solo, le haré una visita a mi reina esta noche — les informo.

— Como ordene, señor — asiente con su cabeza y sale de mi oficina dejándome solo pensando.
Nada más divertido que una cena sin saberlo, Alexia se enojara conmigo cuando me vea en su piso sin invitación, necesito verla para saber que piensa de mi lindo regalo que le hice está mañana. Le podría enseñar cómo usarlo, aunque tenga las pelotas azules, no voy a follar con ella hasta que suplique por ello, se lo dejé claro y la volveré tan loca que no habrá opción de que terminé mandando todo a la mierda para que la haga mía como siempre tuvo que ser.

— Tío — aparece Sasha invadiendo mi paz. Ya tenía mucho con este adolescente y necesitaba tenerlo lejos mío porque estaba jodiendo bastante mi paciencia.

— Ni se te ocurra, mocoso — gruño al ver que quiere servirse un vaso de vodka.

— Dijiste que desde que nacemos tomamos vodka — se justifica.

— Llegas a llegar a tu casa con olor a vodka y al qué le cortan las pelotas es a mí — declaro al pararme y darle un golpe en la mano para que deje la botella.

— Le tienes miedo a tía Lena — se burla con una sonrisa socarrona.

— Ella es más jodida que nuestros enemigos — comento volviendo a golpearlo para que no agarre.

— ¿Empezamos? — me pregunta. Todas las tardes viene a entrenar, a veces trae a su mejor amigo Noah, ambos todavía son insulsos en el tema de defensa personal, son críos que se cabrean rápido y eso los hace desenfocar haciendo que termine con ellos con sutiles golpes.

— Antonily, entrenará contigo — respondo mirando mi celular.

— ¡Antonily! — grita llamando a mi jefe de seguridad.

— No grites — gruño.

— ¿Qué sucede? — pregunta Antonily al entrar a mi despacho.

— Llévate al crío para que lo entrenes — le pido al leer el mensaje de quién estaba entrando a nuestra casa.

— Vamos Sasha — habla llevándose a mi sobrino.

Espero que se lo lleve y salgo para encontrarme con ella, hace años que no la veíamos y no entiendo que está haciendo acá cuando debería ir a ver a Dmitri.
Se que ella necesita sanar pero debo darle la razón a Sasha en algunas cuestiones que plantea.

— Natasha — la detengo al interceptarla en la entrada de la mansión.

— Hola Gavriel — saluda sonríendo.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Where stories live. Discover now