Epílogo.

27.4K 2K 163
                                    

Alexia.

Maravillada es poco a la sensación que estoy sintiendo en este preciso momento mientras observo a mis principitos, fue duro la última etapa de embarazo, pero acá estaban esos dos rusitos fuertes como su padre y todos unos Sokolov listos para dar guerra. Alik y Adrik llegaron a nuestra vida solo para darnos más amor del que ya teníamos, ellos completaban el sueño que teníamos de ser padres, ahí estaban sano y fuertes nuestros hermosos bebés que se unían a la mafia para seguir con el legado.

La Bratvá está de fiesta y ansiosos de conocer a los futuros herederos del trono, hay dos antes que ellos, pero no quita que uno de mis hijos en el futuro sea el próximo rey de la mafia roja, si fuera por mí, los dejaría lejos de todo esto, pero ellos mismos cuando sean más grandes decidirán su destino mientras tanto serán criados como todos los niños de la mafia por lamentablemente el peligro existe y debían estar preparados para todo.

— ¿Cómo es posible que estás dos cositas lloren tanto? — cuestiona Ignati entrando a la habitación donde estoy con los bebés.

— No lo sé — me río. En verdad los pequeños todavía no se adaptaban al día y noche por eso se pasaban llorando gran parte de la madrugada mientras que por las mañanas dormían como angelitos.

— Son hermosos solo un poco ruidosos, tía Lexie — acota el niño tomando al manito de Adrik.

— Por unos meses serán así — comento mirando con amor como mi sobrino deja un beso en la frente de sus primos.

— Le diré a papá que me compre tapones para los oídos, entonces — declara haciendo que suelte una a risa por su comentario.

— Ya quiero verte cuando tú papá tenga hijos — bromeo.

— No quiero hermanos, si primos, pero hermanos no — asegura chasquendo la lengua.

— Ser hijo único tiene sus ventajas de toda formas, pero me hubiera gustado tener hermanos — le cuento mientras veo como los pequeños se quejan un poco.

— Papá y yo estamos bien, además Alik y Adrik serán como mis hermanos, vamos a crecer juntos y puedo enseñarles hacer algunos experimentos — comenta con una gran sonrisa.

— Bueno, pero en un par de años — digo divertida. Con lo especial y receloso que es Ignati con sus experimentos se que no le gustará nada que los gemelos andan tocando sus experimentos en su laboratorio.

— ¡Ignati! — escuchamos el grito de su padre.

— Nos vemos en un rato, tía — dice saliendo de la habitación.

Me quedo sola y aprovecho a cambiar mi ropa mientras los gemelos seguían durmiendo.
Hoy es su presentación ante toda la organización, su nacimientos fue todo un revuelo porque querían conocer a los príncipes de la Bratvá.

— ¿Cariño? — escucho la voz mi esposo.

— Ya salgo — grito mientras termino de arreglar mi maquillaje.

Cuando salgo del baño lo encuentro sentado en la cama con nuestros hijos en sus brazos, no hay nada más lindo que ver a mis hombres juntos, ellos tres son lo mejor de mi vida entera.

— Se parecen a mí — murmura con una gran sonrisa.

— Mi papá dicen que son parecidos a mí — le recuerdo.

Cuando mi padre conoció a sus nietos, no había nadie que pudiera sacarlos de sus brazos y se peleaban con Gavriel para cargarlos. Los gemelos en sí tienen una mezcla de ambos, no podía afirmar a quien se parecen más, solo puedo decir que tienen el carácter Sokolov porque los Soul no somos así de intensos.

— Hermosa como siempre — me dice cuando sus ojos se encuentran con los míos.

— Gracias, mi rusito cavernícola — digo acercándome para besarlo.

— Mi reina — acota robándome otro beso.

— ¿Saben algo de Natasha? — pregunto preocupada.

Se cómo es Natasha, pero llevamos un poco más de nueve meses sin saber de ella, se que estaba en una misión, pero desde hace una semanas perdió contacto con mi cuñado, lo que tenía muy preocupado a Gavriel.

— Nada — suspira. — Se escapó de Calabria y nadie sabe nada, Gerónimo también la está buscando, lo que conlleva a qué se dió cuenta que mi prima pertenece a la mafia rusa — vuelve a suspirar. — Espero que aparezca, que no se exponga al peligro — agrega cansado.

Roguemos que Natasha vuelva a nosotros, dentro mío decía que  había algo escondido de fondo y si ella se había escapado de ambas mafias tendrá sus razones.

— ¿Lista? — pregunta cuando cargo a Alik en mis brazos y ely se queda con Adrik.

— Estamos listos — afirmo sonriendo.

Sería la presentación oficial de nuestros hijos, hoy la organización conocería a Alik y Adrik Sokolov, los príncipes de la Bratvá.

Este mundo al cuál le tenía miedo se convirtió parte de mi vida y ese imposible olvidarte de Gavriel, terminó siendo una hermosa historia de amor y mafia.




Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora